Un verano más llegamos al último tramo de junio con la mirada puesta en el Nuevo Colombino. El proceso de venta del Recreativo de Huelva concentra el interés y la atención de una ciudad cansada ya de contener la respiración para saber qué va a pasar con el Decano del fútbol español. De nuevo, tras una temporada decepcionante en el aspecto futbolístico, llega la hora de buscarle la viabilidad empresarial a una entidad que parece incapaz de acostumbrarse a una vida normal. Justo en la semana en la que la Justicia ha dictaminado que la era Comas fue un desastre y ha condenado al expresidente a tres años de cárcel por administración desleal y fraude en las cuentas, el Pleno del Ayuntamiento ha aprobado vender el club a la oferta encabezada por Paco Mendoza. El hombre que presidió el Recre en sus años dorados reaparece como gran esperanza para reverdecer los laureles del pasado. El presidente que tuvo al club en Primera asoma como esperanza para salvar de la ruina la nave albiazul.

En el Consistorio hay consciencia de que urge dar con la solución pues Huelva anda cansada ya de poner dinero público en un Decano que, por mucho que represente un orgullo patrio, empieza a salir demasiado caro. Lo sabe el equipo de gobierno, pero también la oposición. Han sido demasiados momentos de tensión en los últimos años como para seguir jugando en el alambre. Ya no caben más ejercicios de funambulismo y es necesario dar con alguien que dé respiro a los gestores públicos. La experiencia con Juanma López no ha sido lo que se pensó y, aunque el madrileño salvó al club de un más que posible colapso, lo vivido en estos 12 meses ha demostrado que el pacto alcanzado tenía mucho más de acuerdo de supervivencia que de proyecto de futuro. En estos 365 días, sólo la entrega del consejo de Zambrano y la artes en la gerencia de Hita han conseguido evitar que la nave naufragase entre dudas, incumplimientos, incomprensiones y, sobre todo, deudas. Debe ser desesperante y agotador caminar día tras día con la hucha petitoria en la mano. Por eso es el momento de nuevos proyectos que permitan mirar hacia adelante con ilusión.

Si la iniciativa capitaneada por Paco Mendoza es lo que dice ser, este mismo lunes debería dar ya las señales claras de que viene para quedarse. El club, por su parte, está obligado a cerrar la nueva vía de agua surgida con la Seguridad Social para que quien tiene la ilusión de abrir una nueva época pueda hacerlo sin más sustos ni sobresaltos. Es tiempo para permitirnos volver a soñar, para recuperar la pasión por el fútbol como deporte que se juega en el campo y no en los despachos. De concentrarnos en llenar de blanco y azul las gradas del estadio con un proyecto deportivo que ilusione y nos devuelva al lugar del que nunca debimos salir. Es hora de hablar de entrenadores, de jugadores, de rivales… Tiempo de fútbol y sólo fútbol. Es momento de despertar de este mal sueño. Porque si esta venta fracasa estaremos ante una pesadilla de la que va a ser muy difícil despertar. Y eso es algo que no le gustaría a nadie.

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