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La crisis ahoga a los modestos

  • Asfixia El fútbol onubense agoniza debido a los problemas económicos que sufren muchos de sus clubes Deudas Jugadores de varios equipos han protagonizado protestas reclamando sus emolumentos

Aprieta y ahoga. La crisis económica está asfixiando al fútbol onubense. No sólo el Recreativo de Huelva, inmerso en Ley Concursal desde el 20 de septiembre de 2010, sufre para pagar sus deudas y hacer frente a los pagos. Los clubes del fútbol más modesto, ese que no pertenece a la Liga de Fútbol Profesional y que engloba a los conjuntos desde la Segunda División B a la Primera Provincial, están agonizando debido a la falta de ingresos. Los directivos pasan un auténtico calvario y tienen que hacer malabarismos para conseguir dinero e intentar cuadrar el presupuesto, aunque muchos están en números rojos. Los impagos y las deudas se multiplican. Ése es el angustioso panorama que presenta el balompié provincial.

Algunas categorías, especialmente la Primera Andaluza, son ruinosas debido al cierre del grifo o el drástico recorte en las ayudas municipales, el descenso en el número de socios (en parte motivado por la crisis y también por la amplia oferta de partidos televisados) y los costosos desplazamientos que deben hacer los equipos para jugar en la provincia de Cádiz. Esta campaña hay una diferencia notable entre el número de representantes de Huelva en esa división (seis) y los gaditanos (doce) cifra que en la próxima aún puede aumentar.

El Club Deportivo San Roque de Lepe SAD, único representante de Huelva en Segunda B, ha vivido una temporada convulsa en la que lo más destacado ha sido el excelente papel protagonizado por la plantilla entrenada por Luis García Tevenet, que ha demostrado una enorme profesionalidad y compromiso pese a las adversidades. Los aficionados leperos se las prometían muy felices con la llegada de los nuevos propietarios británicos al club aurinegro, pero tras dos campañas existen muchos interrogantes en el proyecto.

Según explica Francisco Cortés, el presupuesto del San Roque 2011-12 puede estar entre los 800.000 y el millón de euros, una cantidad que jamás se ha hecho pública oficialmente. A finales de enero saltaron las alarmas cuando la plantilla dijo ¡basta! Los futbolistas reclamaban el abono de sus salarios y entonces tenían pendiente el cobro de dos mensualidades. El impago, como explicaba su capitán, Vicente Moscardó, ocasionaba a algunos futbolistas "graves dificultades para afrontar las necesidades básicas de cualquier familia: manutención, vivienda, alquiler, crédito hipotecario y pago de gastos del vehículo o combustible para asistir a diario a los entrenamientos, viéndonos obligados a solicitar la ayuda de familiares y amigos para hacer frente a estos gastos, así como para atender a las necesidades básicas de subsistencia".

El grupo inversor británico que se ha hecho con el paquete mayoritario de acciones del club lepero propuso, para sanear algo las cuentas, que aquellos futbolistas que llegaran con una oferta pudieran abandonar la entidad a coste cero para ahorrarse las nóminas. Así, con esta fórmula, salieron Jesús Berrocal y Jesús Rubio, que ficharon por el Recreativo de Huelva (Raúl Albentosa también se ha comprometido con el Decano, pero continúa cedido en el club aurinegro); el delantero mauritano Cheikh Saad, que regresó al Lleida Sport; Juan Francisco Aranda (Cádiz), el ecuatoguineano Daniel Ekedo (Ceuta) y Borja Perea, que volvió al filial del Xerez Deportivo. Para suplir sus ausencias se contrató a varios jugadores con unos sueldos mucho más bajos.

Los gestores del club pretendían recortar unos 400.000 euros en el gasto del San Roque. Con el ahorro de parte de las fichas de los futbolistas la intención era economizar el 60 por ciento; mientras que el resto saldría de gastos corrientes como administración, seguridad, cantera o viajes. De hecho desde entonces todos los desplazamientos se han realizado en el día, con la excepción de uno a Almería, donde tuvo que pernoctar la expedición lepera.

Pese a todos los problemas la temporada del San Roque ha sido muy digna. No tan brillante como la pasada, en la que el equipo logró la mejor clasificación de su historia y en la que peleó por entrar en la fase de ascenso a Segunda A hasta la última jornada, pero en la que se ha paseado el nombre de Lepe con mucha dignidad por España. Ahora parece que a la plantilla se le adeuda una mensualidad (marzo) y existe el compromiso de liquidar todos los pagos con el plantel antes de que concluya la campaña, dado que existe el riesgo de descenso si los jugadores tramitan denuncias a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Bajando un peldaño en el escalafón del fútbol, hay dos representantes provinciales en la Tercera División: el Ayamonte CF y el Recreativo de Huelva B, ambos con gran raigambre en esta categoría nacional, en la que también militaron no hace tanto otros históricos del balompié onubense como la AD Cartaya, el Bollullos CF, La Palma CF e incluso hace un poco más de tiempo el Club Atlético Cortegana y el desaparecido CD Isla Cristina.

El club fronterizo también está sufriendo una temporada convulsa, con cambios en todos los estamentos comenzando por la directiva que ahora preside Juan Morales. En su banquillo ya se han sentado tres técnicos desde que se inició la Liga: primero Domingo Serrano, más tarde Manuel Espina y desde comienzos de abril Jordi Vázquez. La plantilla también ha variado mucho su fisonomía, dado que desde el inicio del campeonato el plantel del Ayamonte ha tenido problemas con el cobro y muchos jugadores han abandonando la entidad, llegando otros. Incluso a principios de este mes los futbolistas se plantaron y anunciaron que dejaban de entrenarse y pensaban retirarse de la competición, aunque afortunadamente, tras arduas gestiones de la directiva, el alcalde, Antonio Rodríguez Castillo, firmó un documento comprometiéndose a abonar unos 15.000 euros a finales de este mes o principios de mayo para que la plantilla cobre parte de lo que se le adeuda.

Según informa M. García, el presupuesto estimado del club rojillo para esta campaña angustiosa es de unos 90.000 euros. Los ingresos llegan principalmente (70-75%) en forma de subvenciones y patrocinadores, intentando generar la entidad el resto a través de los abonados, taquillas y otras actividades. El Ayamonte arrastra una deuda de años anteriores de unos 50.000 euros, que fueron pagados de su propio bolsillo por el anterior presidente, Manuel Rodríguez Gómez, a quien el club debe reponer dicha cantidad. Los futbolistas no son profesionales y no tienen sueldo al ser amateurs, tal y como estampan en la ficha al comprometerse con el club, pero sí reciben una serie de compensaciones económicas por desplazarse a los entrenamientos, ir a los partidos y algunos otros conceptos. Lo cierto es que el conjunto de la Puerta de España pelea por salvar la categoría en el tramo final de la Liga, aunque a falta de tres jornadas para la conclusión está situado en puestos de descenso, en la antepenúltima plaza de la clasificación.

El otro equipo onubense en Tercera, el Recre B, está viviendo una temporada mucho más tranquila en el plano deportivo y en el económico. El filial albiazul no ha tenido problemas en el cobro durante esta campaña. Con el club controlado por administradores concursales los futbolistas tienen garantizado el pago de sus salarios. El equipo entrenado por Cándido Rosado ocupa actualmente una cómoda octava posición en la tabla, con 48 puntos, y está cumpliendo con creces el objetivo de nutrir de jóvenes valores a la primera plantilla.

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