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El sector de la chirla pide reducir de dos meses a 45 días la parada biológica

  • Las embarcaciones estarán amarradas a puerto hasta mediados de junio · Los mariscadores insisten en bajar la talla

La flota de la chirla del Golfo de Cádiz está desde el pasado martes en parada biológica. Lo estará hasta el próximo 15 de junio, un tiempo que el sector considera excesivo teniendo en cuenta las condiciones en que se encuentra el caladero.

El portavoz del sector, Rafael Nuñez, indicó que con un mes de parada sería suficiente para la preservación de la especie, ya que el caladero está en unas condiciones "óptimas" tras unos meses de actividad, que ha coincidido con el invierno, por lo que "los suelos están oxigenados y la especie es muy buena".

Rafael Nuñez señaló que el sector teme que con tanto tiempo de inactividad y los fondos sin remover se produzca una elevada mortandad de bivalvos como ha ocurrido en otras ocasiones cuando el caladero ha estado cerrado y los terrenos marinos no se han oxigenado correctamente.

Las embarcaciones de draga hidráulica volvieron a faenar en enero tras más de dos meses amarradas a puerto por falta de rentabilidad, ante la necesidad de obtener recursos económicos para mantenerse.

A pesar de las buenas condiciones del caladero, según el sector, el problema sigue radicando en el tamaño de la especie, ya que la mayor parte de la chirla está por debajo de los 25 milímetros de talla mínima permitida. Núñez precisó que el sector sigue apostando por la reducción de la talla y ello sobre la base de que en este caladero conviven dos especies de chirla incluso cruzadas. Una de ella es la que también se encuentra en el Mediterráneo que es más grande de tamaño, pero más fina, y es sobre la que se fija la talla mínima de 25 milímetros, y otra más pequeña, pero más gruesa, que es la que más abunda en la zona.

El portavoz explicó que la misma cribadora que llevan los barcos desechan chirla que supera los 25 milímetros por su poco grosor y se quedan con otras bastante gruesas que al medirla no llega a ese tamaño.

Nuñez se quejó que a pesar de que la Consejería de Pesca tiene conocimiento de esta circunstancia, sigue negándose a rebajar la talla, lo que está ocasionado graves trastornos económicos a los mariscadores y aseguró que aunque han estado faenando todo el invierno apenas si han podido costear el gasoil que consumen las embarcaciones.

El portavoz de los chirleros señaló que el sector está abierto al diálogo y que continúa a la espera de una nueva reunión con la directora general de Pesca, Margarita Pérez, para abordar su problemática y poder participar en las toma de decisiones, porque "nosotros somos los más interesado en mantener el caladero". También anunció la creación de una organizaciones de productores de la chirla.

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