De vergüenza ajena

En la historia del Partido Popular, y más hoy día, no basta ganar, hay que tener autoridad orgánica y moral

Aveces, hacemos el enunciado del título aplicándolo a aquello que, en nuestra opinión no da la talla, tiene escaso nivel e incluso nos parece exageradamente parcial o subjetivo. Es por ello que quisiera pedirle a la señora gobernante Carmen Calvo que, por coherencia, no incurra en el mismo error que critica a otros y menos aún lo haga rozando -por ser benévolos- la ofensa que ella misma denosta, y con razón, en la dialéctica del debate igualitario. Debate, por cierto, en el que hay mucho por hacer y reivindicar en justicia por las mujeres para la promoción de un verdadero nivel de igualdad irrenunciable. Pero, y este es el error, para promover la igualdad los argumentos no pueden cimentarse en la androfobia, como igualmente rechazable es la misoginia y en general cualquier otro tipo de fobias en las relaciones humanas y sociales. Quisiera que en su nivel político aparque la polémica del lenguaje inclusivo -el género gramatical no tiene sexo- y nos hablara más de generación de empleo, de equidad sanitaria, de pactos educativos necesarios… por cierto, no le he escuchado una sola palabra con relación al drama nicaragüense. Por eso, me suscitan vergüenza ajena algunas de sus comparecencias.

Como por otra parte me resulta tan vergonzante como lo citado la actitud de algunos "generadores de opinión" que, camuflados en una teórica imparcialidad, se valen del eufemismo, como si la audiencia fuera analfabeta, para dirigir tendencias.

Pues bien, esto estamos viendo en las ¿primarias? del Partido Popular -ese partido que cuando lean estas líneas estará firmando su posible caída por el precipicio-, en las que no hay recato en cambiar la argumentación dentro del mismo debate según se van anunciando resultados y estos favorezcan o no a la candidatura de su preferencia. Es solo un apunto ¿verdad, señor Jiménez? y sepa una cosa, en la historia del Partido Popular, y más hoy día, no basta ganar, hay que tener autoridad orgánica y moral. Como ello, estimo, difícilmente sucederá, la crisis cerrará en falso aunque gane su preferido. Por tanto, también me genera vergüenza ajena no su libertad de preferencia sino su flaca estrategia para disimularla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios