Paso firme

Ana Vives Casas

anvives@huelvainformacion.es

El respirador para el empleo

En la cafetería de siempre no hablaban de otra cosa. Me llevé una alegría al poder ver de nuevo una tertulia en torno a las noticias que van en la primera página del periódico, aunque el tema me borró rápidamente la sonrisa. Mientras las UCI se quedan vacías tras la salida de los últimos enfermos de coronavirus, el mercado laboral vuelve a hacer de las suyas y echa un jarro de agua fría a las expectativas de avanzar en la reactivación que necesitamos que llegue sin más demora. Las empresas han estado desde el primer momento aguantando y el objetivo prioritario debe ser ahora evitar la pérdida de negocios para que la recuperación pueda ser real.

El golpe más duro ha sido para las microempresas y autónomos, el 95% del tejido productivo de nuestra provincia. Es precisamente la parte más frágil, la fórmula empresarial con mayor riesgo en esta situación que vivimos porque su capacidad para sobrevivir sin ingresos y sin actividad es muy limitada. Es verdad que se han aprobado medidas para garantizar la liquidez a todos los niveles, pero para muchas empresas no es suficiente porque no se cubren pérdidas. No se compensan.

Ha llegado el momento de dar un impulso, de demostrar el compromiso con Huelva y los onubenses y de que las administraciones agilicen más de lo que pudiéramos imaginar la construcción de infraestructuras vitales para la provincia. Sin ellas, el pulso de nuestra economía y competitividad caerá hasta tal punto que dejará de latir.

Si no queremos que las colas que veíamos hace meses en la puerta de los supermercados se trasladen ahora a las oficinas de (des) empleo, hay que fijar de forma urgente plazos concretos y presupuestos reales para el desdoble del túnel de San Silvestre, la presa de Alcolea, las conexiones ferroviarias o el proyecto de aviones no tripulados (CEUS). Son la única salida a la interminable lista de parados y de trabajadores en regulación de empleo. Las infraestructuras y proyectos pendientes son ahora el (casi único) respirador capaz de devolver la vida al mercado laboral que hoy por hoy colapsa los servicios de Cuidados Intensivos.

No hay excusas que valgan. No es un momento de probar y experimentar. No podemos seguir perdiendo el tiempo, ya lo hemos hecho durante décadas. Ha llegado la hora de fortalecer las bases y hacer construcciones sólidas de negocio que compensen la fragilidad de nuestro sistema productivo.

No dejemos pasar más tiempo, la situación es grave.

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