Cuando el demonio no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo". Se trata de un refrán popular, (muy utilizado por mi madre), a fin de resaltar las escasas actividades que suelen hacerse cuando el aburrimiento, la pasividad o la desgana se convierten en protagonistas y las pretensiones de impulso resultan tan inútiles como estériles.

En Andalucía se instauró en nuestras escuelas un horario de trabajo intensivo en el siglo pasado, que fue democráticamente aprobado por todas las Comunidades Autónomas en España, (a excepción de Navarra, País Vasco y Cataluña). Debería aceptarse que en un contexto en el que "por norma" se apuesta por aquello que ataque el contrario, el hecho de que hayan transcurrido tantos años sin conflictos en los horarios debe considerarse como un éxito. Paralelamente, la escuela concertada, que no podía competir en el número de votos, ha seguido manteniendo firmemente el "me quedo como estoy". Y aquí empiezan las dudas y los secretos ocultos.

Si hiciésemos una prueba para determinar qué persona lidera a cada uno de los Ministerios del actual Gobierno… ¿A que se les viene a la cabeza Yolanda Díaz, la Ministra de Trabajo? Y seguramente también la de Asuntos Ecónomicos (Calviño), y la de Transición Ecológica (Ribera) y la de Derechos Sociales (Belarra)… Ahora confiesen… ¿Conoce el nombre de la Ministra de Educación? ¿Ha visto muchas fotos de ella? No. Los Ministerios de Justicia, o de Derechos Sociales, o de Política territorial, no son populares porque a nuestro país no le preocupa nada no esté relacionado con la economía o con el dinero… De hecho, con relación a los resultados obtenidos por la Escuela de Negocios del Esade, acerca del estudio sobre el horario intensivo, hace hincapié en que en esta opción se consigue un "perjuicio académico" y "la pérdida salarial de la madre", y tan contentos que nos quedamos.

Cuando se invierte tiempo y dinero en averiguar qué jornada escolar es mejor, se "mata moscas con el rabo". Discutir sobre los argumentos que justifiquen una u otra opción es tan absurdo como improductivo… Considerar que hay quien dedica su tiempo libre a investigar cuál de las dos jornadas es mejor es absurdo ¿De verdad alguien piensa seriamente que se trata de una cuestión de vital importancia? ¿Nos ponemos a discutir a ver quién "gana"?

¿Cuál puede ser la razón de que ahora los medios de comunicación estén tan preocupados por los horarios? Pues mejor "no meneallo". La casualidad no existe.

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