Estrés térmico

¿No creen que podemos abreviar el contenido y ahorrarnos explicaciones con un simple '¡qué calor!'?

Escribo esta columna desde mi casa y el calor ambiental me conduce a mirar, distraídamente, la temperatura que emerge en la pantalla del ordenador. Se ve claramente en el ángulo inferior derecho la imagen de un sol, de color naranja tostado, (empiezo a pensar en lo peor) que viene acompañado de un dato igualmente curioso: 37 grados ¿Cómo? ¿Treinta y siete grados? Pero, si estoy en la playa, ¿Qué está pasando? Respiremos despacio, que no corra el pánico… A ver, habría que disponer de agua fría, sombra y, en general, debemos seleccionar cualquier elemento natural que puedan ayudarnos a soportar tan altas temperaturas.

Evidentemente, imposible estos días no tener presentes a esos trabajadores que realizan su labor a pleno sol y, sobre todo, guardaremos en nuestro recuerdo a los que la escandalosa subida de temperaturas llegó a costarles la vida. El último fue un hombre mientras repartía publicidad. Ante la necesidad de ponerle nombre a estos extraños casos que suceden como consecuencia del calor, se ha optado por bautizar singularmente esa sensación como "estrés térmico" (torpe de mí, pensé que era calor).

Se dice que padecen estrés térmico quiénes reciben esa desagradable sensación consecuencia de las altas temperaturas, admitiendo que cada persona atiende a unas condiciones y que depende mucho de quien lo sufra y de su capacidad de adaptación. El riesgo depende de la hipertermia o hipotermia y de la falta de control ya sea por calor o por frío. O sea, que nos estresaremos térmicamente con altas temperaturas y mediante las reacciones de la persona ante dicho estrés. Y ahora, una vez que tengamos claro las causas del trastorno, ¿No podríamos aligerar el proceso y resumir que lo que pasa es que hace mucho calor? ¿No creen que podemos abreviar el contenido con un simple "¡Qué calor!"?

¿Hay necesidad de bautizar, con extrañas y desconocidas expresiones, a los que sufren calor? ¿Por qué llamarla estrés térmico si ya tiene nombre? Se llama calor y en Andalucía lo sufrimos y vivimos como un auténtico enemigo. Cuéntenle ahora que están estresados y, si hay ganas de pelea, que añadan a la conversación que los andaluces somos muy vagos. O bien, cuando tengan calor, digan que tienen estrés térmico, a ver por dónde sale la cosa.

La palabra "calor" es la usada correctamente, pero… ¿Y esa "kaló", (con k) tan viva, tan territorial, tan andaluza? ¿Se dan cuenta ahora de la importancia de la siesta? En verano, se debe oler a mar y sentir el cielo.

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