Paso firme

Ana Vives Casas

anvives@huelvainformacion.es

Gracias, Pedro

Hemos pasado del "Vuelva usted mañana" al "llame usted mañana" o mejor, "pida cita por internet"

En la nueva normalidad (creí que no iba a usar de nuevo este término que detesto) no nada hay normal. Si tienes que hacer una gestión con la Administración puedes morir en el intento. Es casi un milagro que te atiendan en persona. Ahora todo pasa por una cita previa o por una llamada a un teléfono que nadie coge, o (modalidades hay tantas como gustos) por enviar correos electrónicos de los que nunca se obtiene una respuesta. La excusa es, cómo no, el dichoso bicho.

Nada es normal y con el pretexto de la seguridad sanitaria, ya no tenemos a nadie que nos atienda cara a cara, que nos mire a los ojos mientras nos habla. No hay manera. Todas las gestiones son por internet y si usted no tiene red, pues no tiene nada que hacer. Si no hay cobertura, tampoco, y si ha decidido no llevar encima un teléfono (le mirarán como a un gusarapo raro), menos todavía.

Poco ha cambiado la España que definía Larra en "Vuelva usted mañana". Aunque bien es cierto que casi doscientos años después estamos peor. Hemos pasado del "Vuelva usted mañana" al "Llame usted mañana" o "pida cita por internet".

Claro, que podemos llevarnos quince minutos intentando que alguien nos coja el teléfono para que después de ese tiempo en el que no hemos conseguido otra cosa que marcar el uno, el dos o el tres en función de la operación que queríamos hacer, terminen diciéndonos: "Inténtelo más tarde, todos nuestros agentes están ocupados". Y entonces es cuando te dan ganas de todo menos de intentarlo de nuevo.

Por eso, cuando en medio de esta anormalidad vemos algo normal, lo entendemos como una excepcionalidad. Porque sorprende que al otro lado del mostrador (virtual, por supuesto) haya una persona. Impresiona y casi conmueve que alguien sea amable, nos escuche, nos resuelva y hasta se preocupe para que todo se realice de la forma correcta. Nos asombra e incluso desconcierta que un funcionario se ocupe por averiguar todo lo que sea necesario para cerrar cualquier consulta o situación que le planteamos, que se haga cargo de nuestro problema e incluso vaya más allá para dejarnos tranquilos. Más si se trata de cualquier gestión en una oficina del SAE, donde deben estar más que saturados por la situación que nos ha tocado vivir con más cierres de negocios de los deseados y más regulaciones de empleo de las que podíamos imaginar. Es lo que ha hecho Pedro en más de una ocasión. Ha atendido sin prisa, ha escuchado con clama y ha solucionado de forma efectiva. Gracias, Pedro. Ojalá hubiera más gente como tú en la Administración.

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