La Cabalgata de Reyes Magos de este año en Huelva capital va a ser recordada mucho tiempo como la del reencuentro con los más pequeños en las calles, todavía en plena pandemia del coronavirus, además de la del centenario de su creación y la primera en la que entró en escena el heraldo real ante los onubenses. Pero estos días sobresalen los comentarios positivos sobre los caramelos repartidos desde las carrozas, "blandos y comestibles" y, sobre todo, sin gluten, que acercan a la población celiaca, siempre tan olvidada, ese simple gesto tradicional de recogerlos en el desfile y degustarlos después en casa.