Comprenderán que no tenga más remedio que comenzar recordando la muerte que formará, ya para siempre, parte del mito y la leyenda futbolísticas. No seré yo, desde luego quien enjuicie el perfil personal de Maradona, pero sí que permanecerán en mi recuerdo y en el de todos, su genialidad futbolística y, absolutamente, cuanto de ella derivaba para regocijo de sus seguidores y admiración de todos los aficionados al fútbol, por mucho que el simbolismo de su trayectoria personal y deportiva hayan trascendido más allá de los terrenos de juego y, sobre todo, en Argentina y Nápoles. Dicho esto, agarrémonos a los archivos de imágenes deportivas para disfrutarlas, en la seguridad de que ya descansa en la paz eterna sin el entorno, interesado muchas veces, que tanto tuvo que ver con su estilo personal de vida.

Este desgraciado hecho, es noticia de titulares, aunque no debe ocultar la realidad lamentable que se está instalando de forma, camino de la irresponsabilidad, concreta para los intereses del señor Sánchez, por encima de los de España.

Lo cierto es que la obsesiva, innegable su necesidad no la paranoia, pretensión de tener unos PGE está convirtiendo la gestión gubernamental en una especie de Black Friday permanente, en el que todo se vende y se compra a bajo precio e incluso con regalos añadidos, como el cuartel de Loyola, en San Sebastián, sin valorar la puesta en evidencia del Ministerio correspondiente que, hace solo quince días, negó la cesión al Ayuntamiento de la ciudad.

Pero siguiendo con las ofertas, no bastan las evidencias de convertir España en un "juguete roto" - no extrapolen, por favor - aparece el histriónico Rufián, capaz de criticar, la eficiencia y pide combatir la política fiscal madrileña e imponer al eficiente las teorías fiscales y económicas del ineficiente, no tanto por buscar su propio beneficio sino el perjuicio del otro. Y lo hace, como es casi norma, mintiendo porque su problema no es el "dumping" ni cualquier otro elemento sino, por mucho que intente camuflarlo, la fuga de empresas por la incertidumbre independentista y la incompetencia de gestión demostrada, además de la contradicción que suponen peticiones recentralizadoras, cercenadoras de la autonomía, por parte de un insolidario que pide sitio en el reparto de los demás pero "la moto es solo suya" y de otro, que presumía de federalista y le vende baratas las "bujías" de repuesto para la "moto".

Cuando comenzó la pandemia, escribí: Habrá debate ideológico, y ahí está. Deuda, gasto, déficit, aumente de impuestos, subvenciones, desempleo y cierre empresarial… frente a consumo, liquidez, inversión, reactivación económica, empleo, bajada de impuestos… intervencionismo frente a liberalismo. Ceder, pues al chantaje independentista es consolidar el Black Friday político para ruina de todos.

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