Una de ellas tiene "agujereada" la cara, pero no le impide sonreír y a través de los orificios se escapan rayos de luz. Otra ha osado rasgar su imagen para desvelar a la que hay dentro de ella con valentía. Está quien, con cara de felicidad y sin abandonar la sonrisa, abre los brazos y pueden observarse los ramilletes de flores que se escapan desde la palma de sus manos. Una de las presentes se luce con alas y su mirada parece gritar a los cuatro vientos: "puedo volar". Es posible oír canciones infantiles a través de un código QR, inundando de sonrisas el espacio. Hay dos que permanecen unidas, irremediablemente y por voluntad propia, mediante un hilo rojo (¿de sangre?) y está quien remueve las entrañas y ha tenido el suficiente coraje de exhibirse, por dentro y por fuera, mostrando sin un falso pudor, sus heridas visibles y físicas junto a esas otras que se intuyen…

Son mujeres. Mujeres valientes y decididas. Mujeres que quieren saber (y saben) qué es, concretamente, lo que aspiran. Mujeres que no han dudado en desnudarse arrojando a un fuego irreal los complejos, los miedos y los recelos. Mujeres empoderadas luciendo un imaginario traje de libertad e independencia.

Son mujeres que, sin experiencia previa como modelo, se han dejado fotografiar y mostrar, sin rubor, una parte de sí mismas, convirtiendo así las diferentes versiones de mujer en una muestra fotográfica que mueve y conmueve, que despierta sentimientos semiocultos, que aviva fuegos, que incita a la reflexión… Probablemente sean estas las razones por las que Lirian y Caren Ruciero, autoras y coordinadoras de la fotografías, pusieron todo su empeño en montar esta muestra de fotos que, como dice María J.L Hierro, su comisaria, han jugado con sus retratos "desnudando pensamientos, soltando cargas y mostrando lo que no se ve".

Respetando la libertad de cada una de ellas se les pidió, como título de sus obras, un pequeño texto encabezado por: "Así", "Aquí", "Yo", provocando así una autorreflexión de cada una de las fotografiadas que respondiese a un Así soy, Aquí estoy y por qué Yo.

Resulta estimulante que esta original exposición-taller se haya dado a conocer en el emblemático edificio de la Escuela de Arte "León Ortega", sobre todo en tiempos de penuria imaginativa, cuando todo versa alrededor de la economía; cuando se confunde arte con reproducción; cuando la cultura, en general, se convierte en moda… recordemos que "el arte no cambia nada, te cambia a ti", decía Lynch.

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