Adictos a los likes

Creo que todos somos culpables y víctimas al mismo tiempo de este sistema que está creando tanta superficialidad

Qué bueno tenerte una semana más al otro lado leyendo mis pensamientos y confesiones. Esta vez me gustaría contarte mi experiencia del pasado fin de semana. Estuve de viernes a domingo con unos amigos en una parcela con piscina y barbacoa. Planazo, lo sé. Te preguntarás qué mierda vengo a explicarte. Solo quería decirte que en dos días y medio no pasé más de un minuto entrando en redes sociales. Es más, hubo muchos momentos del fin de semana en los que ni sabía dónde estaba mi móvil. Ya sabes, tocó hacer la clásica de llamarte desde otro teléfono para poder localizar el tuyo (en realidad si tienes un Apple Watch, éste tiene una utilidad para localizar de forma rápida tu iPhone. Sí, como ves soy maquero. Un día hablaremos de la manzanita y de la eterna comparación con el androide). Cómo me gusta enrollarme usando los paréntesis… Bueno, a lo que iba. Pasé del teléfono completamente y qué gustazo, qué tranquilidad, qué desconexión. Podría incluso llegar a decir "qué desintoxicación". Todos hemos escuchado mil veces esa frase de "desconecta para conectar". Me da igual para qué desconectes, pero hazlo. Toda esta introducción para hablarte de lo siguiente.

Vivimos en un mundo lleno de personas adictas a los likes. Todos tenemos un amigo que es adicto a los likes, y si tú no lo tienes es que eres tú. Esto seguro que lo diría @lavecinarubia y es una realidad. Los "me gusta" en las redes sociales se han convertido en una auténtica droga. Este hecho viene ocurriendo desde hace tiempo. Jóvenes (y no tan jóvenes) totalmente enfocados en esa búsqueda constante de la popularidad. Me estoy metiendo en un jardín importante con esta columna. Daría para debates muy extensos, y hablaríamos de conceptos como la educación, el ego, la inseguridad, el machismo… Yo voy a intentar ser muy breve. ¿Ya se nos está yendo un poco la olla no? Chico, deja de enseñar esa tableta en Instagram que ya nos ha quedado claro que estás más fuerte que el vinagre. Chica, cuatro de cada cinco fotos que publicas son en bikini, y resulta que tu trabajo no es ser modelo, y estamos en invierno. O no os juguéis la vida al borde de una catarata para que la foto sea un imán de "me gustas". Que no se me enfade nadie con estos comentarios. Vaya por delante que somos libres de hacer lo que queramos. Faltaría más. Y a todos nos gusta gustar. Creo que todos somos culpables y víctimas al mismo tiempo de este sistema que está creando tanta superficialidad, dependencia y frustración sobre todo en jóvenes cuyos referentes son personas populares en redes sociales.

¿Es más culpable el que publica el contenido o el que da el like? ¿De verdad un puñado de likes nos van a hacer sentir mejor y más felices con nuestras vidas? Más educación y más sentido común en todo esto por favor. Y más fines de semana con amigos, barbacoa, y con móviles apagados o guardados en cajas. ¡Hasta la semana que viene!

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