Todo el mundo se va de viaje menos yo. Todo el mundo va a fiestas alucinantes menos yo. Todo el mundo ha estado este verano en playas paradisiacas menos yo. Agosto se nos va dejando paso a septiembre y a su maldita rutina. Y estos pensamientos se han acomodado en un sofá chaise longue en mi cabeza. Que no se van, oye. No doy con la tecla. Cuando era más joven no tenía dinero para viajar. Y ahora lo que no tengo es tiempo. Soy autónomo. Otros le llaman emprendedor, generador de empleo… Soy gilipollas. O al menos se me queda cara de eso cuando abro Instagram. Yo a mi gente le deseo lo mejor, eso que vaya por delante. Pero si pudierais dejar de mostrar lo maravillosas que son vuestras vacaciones y vuestras vidas os lo agradecería. Es que es un no parar. Ya sabemos que has ido a Costa Rica. Nos ha quedado clarísimo. Es suficiente, ¿vale? Que hemos aprendido hasta el nombre del camarero que te servía los margaritas o el cóctel ese que tenía una pinta tremenda y por el que no te voy a preguntar porque me muero de la envidia. Ahórrate esa décima foto y no le des al botón de publicar, por lo que más quieras. Aquí uno anda tratando de controlar su FOMO y así no hay manera. Yo este verano no he pasado del cruce. Que a ver, se está muy bien, nuestras playas son increíbles, y alguna boliña me he tomado mientras me decía "te la mereces, te la mereces". Pero…

La realidad no es tan cruda. (a veces sí). Aunque no es el caso. Soy afortunado. Solo que ver las vidas de celebrity que tenéis pues a veces es molesto (aunque os deseo lo mejor). Las redes sociales son muy puñeteras en esta época del año (lo son siempre en realidad). Hagamos un repaso a las razones por las que sentimos que todo el mundo se va de viaje menos nosotros.

1) Efectivamente, no he viajado. Fuera excusas y motivos de relleno. La verdad es que no he viajado y punto. Sin más.

2) La prolongación virtual de las vacaciones. Al viajar se suelen compartir más fotos. Esto es casi natural. Pero la cosa va más allá. Hay más de uno que se lleva meses publicando su paso por las islas griegas. Estuvo 5 días de viaje, pero lleva a cabo una planificación y una programación de contenido en sus redes que ni el community manager de Coca-cola.

3) Cada uno usa su dinero en lo que quiere. Está muy bien quejarse. Yo apenas lo hago ja, ja, ja. Pero alguno no viaja porque no quiere. Deja de gastarte dinero en videojuegos y en cenas, y ahorra para tu próximo viaje. "Ya, pero es que lo quiero todo". Ya, y yo.

4) No conocemos la historia completa (o sí). Quizás ese conocido que ves en stories sujetando una botella de Moet Chandon lleva meses sin salir de casa, ahorrando al máximo para darse un homenaje de una semana. O quizás el viaje de Maluma que se está pegando se lo estén pagando sus papis. Aquí es donde llega la frustración máxima.

Me voy a llorar a otra parte.

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