Seguro que no hace falta que te explique qué es LinkedIn. Por si acaso haré una rapidísima descripción. Es una red social enfocada al sector profesional, en la que el perfil del usuario muestra su formación y su experiencia laboral (sí, como el CV de toda la vida). Los usuarios pueden conectar entre sí generando de esta forma sinergias y, sobre todo, oportunidades de negocio. Es una definición bastante incompleta, y un texto así está claro que no está a la altura. Esto no me valdría para publicarlo en mi perfil de LinkedIn.

El acceso al mercado laboral es duro. Qué te voy a contar. Ya vemos todos los días en la tele los altísimos porcentajes de desempleo en los jóvenes y las dificultades que tienen para encontrar su primer trabajo (sin que sea repartiendo pizzas). Procesos de selección interminables. Entrevistas y más entrevistas en las que tienes que demostrar una y otra vez que eres el mejor. Un sistema que te hace dudar de ti mismo, de tu capacidad y tu preparación. Tienes más competencia que Isco en el Real Madrid (que no hay manera oye, no se le encuentra nunca sitio en el once inicial). Y ante esto se aplica la ley de Darwin, como en tantas otras cosas, y solo sobreviven los más fuertes. A ver, estoy hablando un poco a ciegas porque nunca he salido a buscar trabajo (mi hermano y yo tuvimos la loca idea de emprender en este país). Pero creo que es así, que se generan estos sentimientos de frustración, miedo y complejos. Y te diré una cosa: el que está frente a ti optando al mismo puesto de trabajo, está igual que tú. Así que relax…

La experiencia de LinkedIn sí que la conozco. Y a mí es que ya me da la risa. Es una red social que me gusta y me resulta muy útil para conectar con otros profesionales, eso que vaya por delante. Pero las ganas de querer diferenciarnos y de mostrar un curriculum potente están haciendo que se nos vaya todo un poco de las manos.

¿De verdad todo el mundo tiene un puesto de trabajo anglosajón? Esta exhibición pública a la que nos somete LinkedIn hace que nos acomplejemos y, claro, "habrá que maquillar un poquito nuestro perfil como se ha hecho toda la vida con el CV, ¿no?" Porque un día traduje al inglés dos líneas de 20 palabras con Google Translate, pero esto a los ojos de LinkedIn puede colar perfectamente como "Participación en proyecto internacional de servicio de lenguas extranjeras".

Ya no quedan directores ejecutivos, gerentes o ejecutivos. Los conocerás como CEO's, managers o executives. Bueno, y no nos podemos olvidar nunca de los calificativos que estén de moda. Ahora mismo diría que son 'proactivo' y 'disruptivo'. Más que dos palabras, son dos argumentos que te llevarán al éxito. ¿Que no tienes claro el significado de alguno? No pasa nada, tú escríbelos en tu perfil y tira para adelante. ¡Nos vemos en LinkedIn! Búscame como Álvaro R. Machío, CEO en Agencia Bis.

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