Las deficiencias del transporte (especialmente del ferrocarril), el continuo aumento del coste de la energía y la profusión normativa relacionada con la industria en Europa (sin que a juicio del sector exista homogeneidad con otras zonas) son los principales problemas a los que se enfrenta la industria española en los próximos años. En ello coincidieron todos los representantes del sector industrial, que alertaron especialmente sobre una cuestión concreta: la inseguridad y presiones ante el elevado número de normativas frente a la permisividad en otros países puede llevar a la deslocalización de las empresas radicadas en Europa al perder competitividad en un mercado global.

En línea con lo expresado en otras ocasiones anteriores, el sector reiteró su advertencia: "Si se aplica una normativa diferente en Europa al resto del mundo perderemos competitividad", destacó el presidente de FEIQUE, Fernando Iturrieta. Para la patronal química la aplicación de la IPPC, el reglamento Reach sobre sustancias químicas (que afectará a cerca de 10.000 empresas, químicas y de otros sectores) y sobre todo, el establecimiento de un sistema de subasta para adquirir derechos de emisión contemplado en la revisión de la Directiva de Comercio de Derechos de Emisión de Gases de Efecto Invernadero son factores que introducen un sobrecoste "inaceptable" para las empresas europeas. Sobrecoste que tienen que competir con los precios de compañías establecidas en otros lugares "que no tendrán que asumir coste alguno".

Para la industria, la subasta de derechos de emisión "sólo podría establecerse si la mayoría de los países se comprometieran a aplicar medidas similares". Homogeneidad en las medidas, esa fue una petición común para garantizar el futuro de la industria, que "no podrá garantizarse si desde Europa se nos somete a un marco regulador impracticable e incapaz de comprender el valor de la industria de base y su industria derivada". Y otra petición para las autoridades españolas: agilidad en la tramitación administrativa.

Más allá de normativa europea, las químicas resaltaron ayer las deficiencias detectadas en el sistema de transporte de mercancías, especialmente el de ferrocarril, con la eliminación del 40% de los servicios intermodales por parte de Renfe o el aumento "abusivo" del coste de algunos servicios. De hecho, el cambio en el sistema de transporte ha provocado que 700.000 toneladas de mercancías se hayan desviado del ferrocarril a la carretera. En el caso concreto de Huelva, este problema también ha tenido una gran afección y la industria reclama también mejores comunicaciones con el Este y el Norte.

Otro de los factores de preocupación es el progresivo incremento del coste de la energía, ante el cual la receta es, según expuso Fernando Iturrieta, abrir el debate de la energía nuclear ante la dependencia energética del país.

El Gobierno central no se ha mostrado dispuesto a reabrir ese debate. En cambio, el director general de Industria, Jesús Candil, daba ayer algunas pautas para conseguir que el sector siga avanzando: investigación y mejora de la eficiencia.