Elecciones municipales

La responsabilidad se impone entre el Recre y la jornada playera

  • La participación oscila en función del horario del Decano y los picos de calor en jornada dominical que los onubenses aprovecharon

Las elecciones tuvieron dos duros rivales a los que superar. El onubense tuvo que votar entre el Recre y la playa, dos opciones más que atractivas. Así fue durante toda la jornada, en la que no fue raro ver por los colegios electorales a onubenses que iban o venían de aprovechar el sol y de ver (y sufrir) con la derrota recreativista.

Los datos de participación fueron bastante elocuentes y tuvieron mucho que ver, especialmente en la capital, con el partido del Decano. Las urgencias por ver el Fuenlabrada-Recre hicieron que los recreativistas se dieran mucha prisa a la hora de acudir a votar. Así, a las 14:00 los datos de participación eran elevados. Sin embargo, cuando el Ministerio hizo públicos los de las 18:00 el descenso era más que evidente. O bien el Decano había apagado los ánimos o más de un onubense había decidido que las horas de calor eran mejor destinarlas para otras cuestiones. A última hora de la tarde hubo un nuevo repunte en las urnas.

El Recre tiene un valor esencial en la sociedad onubense y un peso electoral incuestionable. Miles de onubenses se dieron cita en las carpas de la avenida de Andalucía para seguir en directo el choque del Fernando Torres a través de una pantalla gigante instalada por el Ayuntamiento de la capital. No hubo candidato que no hiciera acto de presencia por allí.

La jornada se desarrolló con absoluta normalidad salvo pequeñas incidencias. La más notable fue provocada por el despiste de la mayoría de los votantes. Muchos llegaron a las urnas sin conocer su mesa y alegando no haber recibido la tarjeta censal a tiempo. Eso provocó que tuviesen que identificar su mesa de forma manual al llegar a su colegio por no tener la información. La explicación fue sencilla. Por la proximidad entre las nacionales, las europeas y las municipales, la tarjeta de hace un mes era válida para los comicios de ayer. Pocos onubenses guardaron la suya.

Esa misma cercanía con las nacionales alivió en parte el problema. La ventaja de votar cada mes es saber exactamente a donde dirigirse para cuando toca meter la papeleta. Trabajo extra para los apoderados de los partidos, que se aprestaron a resolver las dudas de los ciudadanos.

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