Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
LA Madrugada del Viernes Santo empezó mal. Con lluvia a la una menos veinte, lo que obligó a la Hermandad de los Judíos a tener que aligerar su entrada. Una fina lluvia pero persistente hizo que los cofrades aligeraran su llegada a la Merced. A la 1:06 estaban todos los pasos recogidos, cincuenta minutos antes de lo que tenían previsto, según el horario oficial.
Esta leve lluvia cesó, pero siguió más tarde de manera intermitente en las primeras hora de la Madrugada. Eso llevó a la Hermandad del Nazareno a plantearse qué hacer. Se barajaron varias opciones, desde demorar algún tiempo la salida prevista para las cuatro de la mañana e incluso acordar itinerario para retornar antes al templo ya que sobre las 07:00 se esperaba más lluvia. La decisión de la junta de gobierno de José Luis Borrero no fue otra que, atendiendo a los partes meteorológicos que disponían, suspender este año la procesión del Nazareno.
Hasta la iglesia no había llegado la Banda del Nazareno, eso era una señal que hacía presagiar al público que estaba a las puertas del templo que la cofradía no iba a echarse a la calle, pues antes de la hora de la salida vienen en formación para recibir a la Cruz en Jerusalén, a la que como titular de la cofradía le tocan el Himno Nacional.
La Madrugada quedaba en Huelva huérfana, sólo a la espera de poder visitar la imagen del Señor y de su Madre, la Virgen de la Amargura, que lucían con toda su belleza en sus pasos.
En el interior del templo, antes de abrir sus puertas para que pudieran verlo el pueblo de Huelva, hubo rezo dirigido por el párroco, Diego Capado Quintana, y la Banda de las Mercedes de Bollullos, que cumple su cincuentenario fundacional, estrenaba la marcha Amargura nazarena, de Jesuli Perogil. Pepe Gómez 'El Marismeño' le cantó al Señor una saeta como hace todos los años en su calle después de haberle acompañado durante todo la noche. Y sonó Amargura de la Concepción, pero el paso de palio permanecía en tierra. Será el año que viene cuando la cofradía vuelva a encontrarse con los devotos en las calles de Huelva. Hubo Salve de despedida que, de alguna forma, reconfortó a los hermanos que habían vivido este momento difícil, como ocurriera en la Semana Santa de 2011.
Una vez abierta las puertas del templo, muchos devotos fueron los que entraron en la parroquia de la Purísima Concepción para ver a las imagen del Nazareno y la Amargura.
Esta era una Madrugada que se presentaba diferente de haber salido la cofradía a la calle ya que se había solicitado no hacer carrera oficial, argumentando la inseguridad y el que se encontrara la carrera oficial vacía de personas para contemplar el paso de la cofradía. Una decisión que contó con el apoyo del pleno de hermanos mayores, pero que ha sido muy comentada por la premura en la que se tomó y por el hecho de que al final se salía a la misma hora y pasaba por la mitad de la carrera oficial. Un año hay por delante para la reflexión.
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