San Pedro no abre las puertas a la Resignación

PESE a lo desapacible de la tarde, había buen ambiente cofrade en el Viernes Santo de la capital y la plaza de San Pedro era buena prueba de ello. Se crea un cierto vínculo, favorecido por la proximidad, entre la ermita de La Soledad y la parroquia mayor. De ambos templos, con una diferencia de una hora, salen dos cofradías y eso incita el interés del público en general. En la calle Almirante Garrocho, los costaleros ultimaban los preparativos justo delante de la casa de hermandad de La Cinta.

La salida de este Viernes Santo, era la última para Manuel Martín como hermano mayor del Descendimiento, de modo que es fácil entender que eso suponía un ingrediente añadido a la siempre trascendencia que tiene una salida procesional.

El interior de San Pedro estaba marcado por la penumbra, aún más relevante por la oscuridad que reinaba en esta tarde de Viernes Santo. Los dos bellos pasos del Descendimiento tenían su candelería encendida aunque eso no era señal, en principio, de que la cofradía fuera a efectuar su salida. De hecho, la junta de gobierno fue la segunda de la tarde en pedir, al Consejo de Hermandades, la moratoria de una hora para confirmar los partes de evolución meteorológica. De este modo, en caso de salir, el Descendimiento lo haría a las 19:50, si bien el hermano mayor haría pública la decisión oficial un cuarto de hora antes.

Así, cerca de las 19:45, Manuel Martín anunció que el Descendimiento no abriría las puertas de la mayor de San Pedro. El hermano mayor explicó que la decisión definitiva respondía a las malas previsiones meteorológicas "que anunciaban el paso de dos frentes importantes por la ciudad, uno de ellos incluso con características de tormenta". Tras la suspensión de la salida, la cofradía efectuó la estación de penitencia en el propio templo y se cantaron saetas a ambos titulares de esta hermandad.

Fue este Viernes Santo también la ocasión aprovechada, por Manuel Martín, para despedirse de sus hermanos ya que en breve dejará el cargo que ha ocupado durante ocho años: "Esa era una de las razones por las que también me hacía mucha ilusión haber salido, ya que era mi última estación de penitencia como hermano mayor, pero la cofradía lo ha tenido que asumir con resignación y con la idea de seguir trabajando en pro de la hermandad".

Manuel Martín recordó cómo el agua fue la protagonista en el primer Viernes Santo que vivió como hermano mayor y lo ha vuelto a ser en su último. Las malas condiciones meteorológicas han castigado, de manera especial, a este cofradía ya que su titular, el Señor del Descendimiento fue este año el protagonista del vía crucis oficial. Sin embargo, la lluvia impidió la salida del cortejo procesional y el acto piadoso tuvo que realizarse en el interior de la mayor de San Pedro.