Recreativo de Huelva

El Recreativo cumplirá su quinta temporada consecutiva en el infierno de bronce

  • Césped y despachos marcan la crónica de la resurrección de un Recre que ha sobrevivido a sus años más duros

Mensaje de la grada de animación en el último partido en Segunda.

Mensaje de la grada de animación en el último partido en Segunda. / Alberto Domínguez (Huelva)

Las lágrimas inundaron los rostros de todos aquel 31 de mayo de 2015. El Sadar consumó sobre el césped la sentencia fraguada mucho antes fuera de él. El Recreativo perdía contra Osasuna 2-0 y se iba a Segunda B 15 años después de abandonarla. Lo hacía tocado de muerte y con un futuro crítico por delante. Tras casi 1.500 días, el Decano tuvo la ocasión de oro para regresar a la categoría de plata, pero desgraciadamente cayó en la eliminatoria de campeones ante el Fuenlabrada y posteriormente fue eliminado por el Mirandés, en la segunda eliminatoria de ascenso a Segunda A, por lo que le tocará jugar su quinta temporada consecutiva en Segunda B.

Los cuatro años vividos desde aquella dolorosa tarde en Pamplona han corrido cruzados entre la realidad deportiva y la institucional. Mientras fuera del campo los problemas fueron constantes y las dificultades máximas, el césped fue un fiel reflejo de un club que en sus primeras tres campañas vivió pendiente de su supervivencia con la vida pendiendo de un hilo. Uno tan fino como el que evitó el colapso del descenso a Tercera División con finales agónicos ante un Nuevo Colombino cuyas gradas llenas lo impidieron.

Temporada 2015/16: la lucha final contra Comas

La primera campaña en Segunda B vino marcada por la lucha en la calle y los despachos, con Pablo Comas todavía al frente del club. Los impagos fueron constantes y el deterioro de la entidad hizo pensar en un final trágico. Fue la temporada de la manifestación multitudinaria que en octubre abrió el camino para la recuperación de la entidad por parte del Ayuntamiento mediante un proceso de expropiación que culminó en junio. El abandono fue absoluto a mediados de la esa temporada, cuando el club quedó a la deriva y los empleados tomaron las riendas de la entidad para lanzar aquel último grito desesperado un 19 de marzo previo al choque contra el Granada B para lograr el primer lleno salvador.

Manifestación del aficionados por las calles de Huelva. Manifestación del aficionados por las calles de Huelva.

Manifestación del aficionados por las calles de Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

La 15-16 la comenzó José Dominguez en el banquillo. El portugués renovó en verano tras el descenso como punta de lanza de una supuesta operación que no pasó de supuesta. A la octava jornada fue destituido devorado por la situación del club. Le sustituyó Alejandro Ceballos. El sevillano dirigió otros 30 encuentros. Llegó colocando el listón alto para asumir a los dos meses la cruda realidad del club. La supervivencia agónica como única salida. El Recre sumó 45 puntos para salvarse con un empate contra el Linares en casa. Terminó el 13 a dos puntos del play-out. Marcó 27 goles y encajó 38 con Arthuro como máximo goleador con seis tantos y con Antonio Núñez, Zamora, lesionado contra el UCAM de Salmerón, y Jesús Vázquez como líderes del grupo. Junio fue un mes intenso, emocional e histórico. El Trust y las peñas lanzaron la campaña de salvación Líberos del Decano. A 30 de junio había que recaudar el dinero necesario para evitar el descenso administrativo a Tercera. Huelva respondió con más de un millón recaudado. Una intervención de varios empresarios liderados por OnubaFruit en el último suspiro dio el último empujón para salvar el desastre el mismo 30 de junio.

La recuperación tras la salida de Comas fue la gran batalla en las dos primeras campañas

Temporada 2016/17: la campaña más difícil

Con la expropiación y la recuperación del Ayuntamiento como garantías, la 16-17 fue la temporada de la resurrección social. No así de la institucional, y como consecuencia de ella de la deportiva. Fue la más dura. La campaña de abonos estuvo liderada por el Trust y las peñas de forma paralela al propio club. Más de 8.000 recreativistas dieron un paso al frente. Comas, ya desposeído de la propiedad, mantuvo hasta octubre su capacidad de bloqueo como consejero delegado. Sin una planificación deportiva como consecuencia de ello, con Rafa Berges a la espera y Juanma Pavón como segundo con galones en una pretemporada surrealista, el Recre se vio a 24 horas de su debut ante el Marbella sin entrenador y con el regreso de Ceballos a última hora. El sevillano firmó de la mano de Comas y sentenció su suerte. El mal inicio deportivo lo liquidó una semana después de que un nuevo consejo de administración tomase las riendas definitivamente. ¿Resueltos los problemas? El tiempo demostró que la toma de las riendas solo fue el final del principio, pero que el principio del final a los problemas quedaba todavía muy lejos.

Los problemas extradeportivos condicionaron la planificación deportiva

La 16-17 fue la campaña más dura de las cuatro en el infierno. El nuevo consejo presidido por Manolo Zambrano tuvo que hacer frente a una situación caótica y límite, sin ingresos por un bloqueo total de las cuentas heredado de la etapa anterior, con una plantilla limitadísima y en la que Jesús Vázquez y Núñez tuvieron que llevar el peso de nuevo mientras Pavón obraba el milagro. Porque eso fue la 16-17: un milagro deportivo, económico e institucional en el que futbolistas, técnicos y consejeros con la ayuda de la afición mantuvieron de nuevo en pie al club. La agonía quedó definida con ese balón que se marchó rozando el palo ante el San Fernando mientras Huelva contenía la respiración. Ceballos dirigió 10 partidos y Pavón otros 28. El Decano hizo 47 puntos para terminar el 12 con Antonio Domínguez como máximo goleador.

Temporada 2017/18: la débil luz al final del túnel 

Semanas después anunció el Ayuntamiento la llegada de Juanma López y Eurosamop al Recre después del primer intento de venta frustrado por la aparición y desaparición de Vicente Simón. La operación debía garantizar estabilidad y un proyecto deportivo ilusionante con el que cambiar el curso deportivo de la entidad. Una vez más, los problemas externos y las malas decisiones de López a la hora de elegir quién debía dirigir el proyecto frustraron las opciones deportivas. El equipo no rindió según lo previsto y las dificultades para resolver el embargo sobre las cuentas minó la temporada. Cuando en febrero quedó arreglado el gran escollo con la Agencia Tributaria con el pago por parte del Ayuntamiento de unos 8 millones de euros ya estaba viciada la campaña. Una nueva permanencia sobre la bocina fue la consecuencia.

Pleno municipal que aprobó el pago para levantar el embargo de Hacienda. Pleno municipal que aprobó el pago para levantar el embargo de Hacienda.

Pleno municipal que aprobó el pago para levantar el embargo de Hacienda. / Alberto Domínguez (Huelva)

Tres entrenadores llevaron la dirección del equipo. Comenzó Casquero para ser destituido en la jornada 12. Su sustituto, Ángel López, disparó el rendimiento del equipo para caer igualmente en la 13. Cerró César Negredo con idénticos partidos disputados. El final fue el mismo. El Decano se salvó con 47 puntos en la penúltima jornada. Fue la temporada de Lazo. Boris con 10 tantos fue el máximo goleador, pero fue el extremo gaditano el auténtico líder deportivo del equipo. Con su tanto ante Las Palmas Atlético fue Núñez quien amarró la permanencia sin saber que era su último gol como jugador de fútbol.

Temporada 2018/19: Llega la estabilidad al club

Institucionalmente el futuro quedó en manos de una nueva venta. La liberación del escollo de los embargos y la relativa normalización institucional con la que afrontaba su horizonte el Decano le debía permitir cierta estabilidad. La imprescindible para crecer. El Consistorio abrió un primer proceso que quedó desierto tras desestimar la Mesa de Contratación a Krypteia y retirarse el grupo de Paco Mendoza después. En pleno verano se repitió con una nueva negativa de la Mesa a Krypteia. El Ayuntamiento asumió la imposibilidad de una transición con garantías en las circunstancias del club después de tres intentos en apenas 13 meses y el consejo asumió la gestión completa de la entidad mientras el propietario y Eurosamop buscaban la fórmula para su salida de la entidad. El cambio definitivo.

El plan de rescate municipal marcó el punto de inflexión definitivo albiazul

El verano más tranquilo de los cuatro en Segunda B permitió la contratación de José María Salmerón y una planificación dentro de la normalidad con Óscar Carazo como director deportivo. La estabilidad y la normalidad (dos lujos en los últimos tiempos albiazules) unidos al acierto en las contrataciones permitieron construir un bloque muy competitivo. El primer trimestre de la temporada no fue sencillo por los problemas arrastrados de la temporada anterior, los retrasos en los pagos y la relación entre todos los actores del club. Con la llegada del mes de diciembre y la aprobación del plan de rescate municipal que permitía disponer de una línea de crédito de 3,7 millones de euros todo cambió. La solución extradeportiva tuvo un impacto claro sobre el césped. Salmerón ajustó su equipo, los resultados comenzaron a llegar y la mejor racha deportiva de la historia recreativista plantó al Decano en el play-off como primero de grupo. 22 jornadas invicto, menos goleado de la categoría, con los 16 tantos de Caye y con una solidez brutal lo convirtieron en el favorito que nadie quiso en el sorteo. Salmerón ajustó una maquinaria perfectamente engrasada que culminó su remontada en la tabla ante el Villanovense para entrar en el bombo lanzado, enchufado y con la fortaleza de quien compite hasta el último segundo. El Recre tenía una cita con la historia, pero se quedó con la miel en los labios. El ascenso debe esperar.

Los jugadores del Recre celebran el tanto que les hizo campeones. Los jugadores del Recre celebran el tanto que les hizo campeones.

Los jugadores del Recre celebran el tanto que les hizo campeones. / Alberto Domínguez (Huelva)

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