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Los coquineros demandan otro empleo para evitar la captura de inmaduros

  • Aseguran que el 80% del marisco no tiene la talla reglamentaria, tras un estudio realizado por técnicos Los mariscadores insisten en el cierre del caladero, pero la Junta lo mantiene abierto

Los mariscadores de la coquina de a pie están desesperados. Su situación, aseguran, se ha vuelto insostenible. Todas las zonas del caladero onubense están abiertas al marisqueo, con el permiso de la Junta; sin embargo, tienen muchas dificultades para coger marisco con la talla reglamentaria porque "no lo hay". Llevan así desde hace más de un mes sin poder mariscar, so pena de incumplir la normativa, pero unos cuantos se atreven ya a hacerlo para "poder subsistir". La Consejería de Pesca ha rechazado la petición que habían realizado del cierre del caladero para permitir su regeneración a pesar de que los estudios realizados por los técnicos muestran que el 80% del marisco es inmaduro, según los coquineros. Sin recursos naturales y económicos, los mariscadores demandan de nuevo a la Junta el cierre de todas las zonas de producción durante al menos seis meses y que en ese tiempo los ayuntamientos les proporcionen un empleo para "poder llevar un jornal a sus casas".

La petición la realizada la Asociación de Mariscadores de Nueva Umbría (Lepe), a través de su presidente, Emilio Jaldón, pero es extensibles a las de Almonte y Ayamonte. Coquina hay, pero la talla del bivalvo apenas alcanzar el centímetro (en el mejor de los casos 1,5) cuando para poder mariscarlo debe tener un mínimo de 2,5 centímetros.

De ello es consciente la Administración regional que, sin embargo, mantiene abiertas todas las zonas desde hace varias semanas. "Es como si nos estuvieran invitando a pescar inmaduro o a que nos quedemos en casa hasta que engorde", asegura Jaldón. De hecho, añade, hay mariscadores con licencia que están cogiendo inmaduro y vendiéndolo en la calle, porque de "tres kilos de coquina, apenas medio tiene la talla reglamentaria" y de lo contrario no tendrían "ni para pagar la gasolina" que necesitan para los desplazamientos.

El presidente de la asociación de Nueva Umbría recuerda que mientras tanto los coquineros tienen que seguir pagando las tasas de la Seguridad Social, aunque apenas pueden faenar, y continúan acumulando deudas porque no tienen recursos económicos suficientes debido a la falta de actividad.

Los mariscadores acusan a la consejería de echar balones fueras y la culpan de haber creado la situación a la que se ha llegado, ya que "no ha puesto remedio para atajar el problema" de la sobreexplotación del caladero, como vienen "denunciando desde hacer tiempo". Jaldón indicó que la falta de coquina madura se debe a las prácticas de los barcos del rischio (dedicados a la captura de la chirla) y otras embarcaciones "ilegales" que faenan con "total impunidad" y sin la autoridad competente "haga nada por impedírselo", entre otras circunstancias.

Los coquineros consideran que la primera medida a adoptar para intentar solucionar el problema debe ser el cierre total del caladero durante unos ocho meses para permitir su regeneración y después "empezar de cero", regularizando de nuevo el sector con la concesión de nuevas licencias y prohibiendo expresamente la actividad extractiva a los barcos a los barcos de rastro remolcado. El colectivo propone que los ayuntamientos les faciliten un puesto de trabajo si la Junta de Andalucía no subvenciona el paro por el cierre de las zonas de mariqueo. Apuntan, por ejemplo, que los mariscadores podían realizar labores de limpieza y mantenimiento de las playas o cualquier otro trabajo relacionado con la actividad que realizan.

Señalar que ya existen procedentes, como en el que se llevó a cabo en Almonte cuando el Consistorio proporcionó trabajo a los mariscadores de la asociación de Doñana ante la precaria situación económica por la que atravesaron, tras poder faenar solo treinta días en siete meses por la presencia de la biotoxina DSP.

Emilio Jaldón insiste que casi toda la coquina que se está vendiendo y consumiendo es inmadura y además no pasa por los controles de calidad con el riesgo que supone para la saludad de las personas.

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