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Vecinos de Fuente de la Corcha piden que se adecenten los caminos de la aldea

  • Los ciudadanos piensan que la limpieza de la vegetación hubiese disminuido la magnitud del incendio que arrasó más de 1.500 hectáreas en la zona a principios del mes de junio

Un coche quemado días después del incendio de Fuente de la Corcha.

Un coche quemado días después del incendio de Fuente de la Corcha. / M.G.

Fuente de la Corcha fue a principios del mes de junio protagonista de las temidas llamas que en la época estival arrasan diferentes puntos verdes de la provincia de Huelva. Este incendio, que el Infoca controló tras muchas horas de esfuerzo y de trabajo, arrasó unas 1.500 hectáreas. Muchas más de las que se podían haber evitado y no por el trabajo, imprescindible y laborioso de los efectivos de extinción, sino por la vegetación de los caminos, que según los vecinos de la aldea, podían haber estado mejor adecentados por parte del Ayuntamiento de Beas. “Al menos el incendio hubiese sido más fácil de controlarlo”, piensa Luis María Marín, vecino de Fuente de la Corcha y que las llamas lo pillaron de lleno junto a su mujer.

Aunque explica a este periódico que no tiene fundamento ni una base sólida “la vegetación de los caminos debe desaparecer” con el objetivo de que en causa de incendios las llamas no se propaguen con virulencia y rapidez. Los vecinos han solicitado en varias ocasiones al Ayuntamiento de Beas que “arregle e ilumine los caminos”, además de la problemática de que hay animales sueltos, como las vacas “que tienen becerrillos chicos y son agresivas y pueden provocar un accidente de circulación”.

A Luis María Marín se le quemó la parcela. “Tuvimos que irnos porque justo delante se quemó un vehículo y el mío hubiese corrido la misma suerte, y además no había agua porque se derritió la tubería por lo que no podía combatir el fuego”. En este contexto, cuando Marín vio las llamas a unos 50 metros decidió coger el coche e irse con su mujer de manera inmediata. “Se quemó todo menos la casa. Tenía muchos árboles –medio centenar– de muchos años. Algunos puede que no se pierdan pero hay otros que sí: naranjos, melocotoneros...”. También se derritieron las tuberías de riego y la fachada de su vivienda sufrió algunos daños. Un hecho que no puede cuantificar económicamente. No es el único caso tras el suceso, ya que Marín cuenta que sus vecinos han sufrido lo mismo que él.

Efectivos trabajan para la extinción del fuego. Efectivos trabajan para la extinción del fuego.

Efectivos trabajan para la extinción del fuego. / Alberto Domínguez

Marín explica que las llamas se propagaron con velocidad por la falta de limpieza de tojos y otros matorrales en las zonas adyacentes a los carriles de la propia aldea, una situación de abandono de los caminos y cunetas por parte del Ayuntamiento de Beas “desde hace más de una década”, algo que denunció en su blog personal en el 2016 con varias imágenes donde “puede observarse el tamaño de los arbustos el consecuente peligro que propiciaban”.

El incendio de junio arrasó enseres, plantas, arboleda, el cableado de la línea general de electricidad, tuberías de abastecimiento de agua y un vehículo, entre otros cuantiosos daños, cuenta este vecino. Y es que en 2016, a través de un bando, el Ayuntamiento de Beas “nos obligaba a tener limpias nuestras parcelas como prevención de incendios”. Pero por otro lado, el Ayuntamiento, “que es el responsable de los caminos” los tiene “totalmente descuidados, no solo por el tema de los pavimentos sino también por la vegetación: hay zarzas, tojos (que arañan coches y a ciclistas)... el descuido es grande, y no lo digo yo, lo dice cualquier ciudadano de la aldea”.

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