Provincia

Ayamonte se regala un Sorolla para la eternidad

  • La localidad recuerda el paso del artista por la localidad hace un siglo

  • Una biznieta del pintor fue la encargada de descubrir el busto del pintor

La alcaldesa de la localidad y la biznieta del pintor en el momento del descubrimiento del busto.

La alcaldesa de la localidad y la biznieta del pintor en el momento del descubrimiento del busto. / Jordi Landero (Ayamonte)

Hace ahora justo un siglo que el pintor Joaquín Sorolla inmortalizó la ciudad de Ayamonte escogiendo su puerto pesquero para inspirar uno de sus cuadros más conocidos: La pesca del atún. Fue para la serie Visión de España, encargada al artista valenciano por la Hispanic Society of América de Nueva York, y actualmente decora la biblioteca de tan prestigiosa institución norteamericana.

Cien años después, la ciudad fronteriza onubense salda su deuda con el insigne pintor, inmortalizándolo a través de un impresionante busto realizado por el escultor local Alberto Germán Franco. La escultura fue presentada ayer para cerrar las XXIV Jornadas de Historia de Ayamonte. Un evento muy centrado este año en el centenario del paso de Sorolla por la ciudad. Además, la escultura quedará próximamente expuesta para la eternidad en un punto destacado del puerto ayamontino, muy cerca de donde hace ya un siglo el maestro de la luz inmortalizó la actividad que en torno a la pesquería del atún se desarrolló en buena parte del litoral onubense.

La idea surgió a raíz de la pasada edición del Paseo por el Arte ayamontino, uno de los eventos culturales estrella no solo de la ciudad fronteriza, sino de toda la provincia onubense, en el que cada mes de agosto se dan cita miles de personas en torno a las artes plásticas. Sus promotores, los miembros del taller de arte La Escalera, pidieron a Alberto Germán Franco la realización de un taller de escultura en directo durante los dos días que dura el evento, y éste respondió con la idea de modelar el busto de Sorolla aprovechando la celebración del centenario de su paso por la localidad.

Familiares y amigos junto con algunos de los integrantes del taller de arte La Escalera. Familiares y amigos junto con algunos de los integrantes del taller de arte La Escalera.

Familiares y amigos junto con algunos de los integrantes del taller de arte La Escalera. / Jordi Landero (Ayamonte)

La presentación de la escultura contó ayer con la presencia de Fabiola A. Lorente-Sorolla, pintora, profesora, grabadora y biznieta del universal pintor, quien no tuvo palabras para agradecer el gesto tanto al Ayuntamiento, como en general a todo el pueblo de Ayamonte “por este homenaje”, así como a La Escalera y al escultor “por este magnífico busto, donde ha sabido captar magníficamente la personalidad de mi bisabuelo”.

La alcaldesa ayamontina, Natalia Santos, precisó por su parte que el busto va a quedar expuesto inicialmente en el Patio Noble del Ayuntamiento, precisamente donde ayer fue presentado, hasta la conclusión de las obras que en la actualidad se están acometiendo en el puerto de Ayamonte, donde finalmente será instalado para el recuerdo y la posteridad.

Por su parte el escultor, que pasó los primeros diez años de su vida en la Puerta de España asegurando por ello sentirse plenamente ayamontino, y que es también doctor en Bellas Artes, profesor de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y académico de número de la Academia Iberoamericana de la Rábida, indicó que con este trabajo, para el que ha donado sus honorarios, salda una deuda “con la ciudad que me regaló una infancia feliz y que siempre llevaré conmigo”.

El autor del busto en el acto que tuvo lugar ayer. El autor del busto en el acto que tuvo lugar ayer.

El autor del busto en el acto que tuvo lugar ayer. / Jordi LAndero (Ayamonte)

Y es que Germán Franco afirmó haber querido expresar con esta obra “parte de mi vida, y de las impresiones de mis primeros años en Ayamonte, sobre todo viendo pintar a mi padre, de quien me eduqué en la pintura de paisajes, así como en las luces, calles y gentes de esta ciudad”. Sobre el busto detalló que fue concebido como un retrato de Sorolla “en el momento en que está ensoñando el paisaje, y justo antes de dar las primeras pinceladas de su obra inspirada en la pesca del atún en Ayamonte”.

El artista pidió finalmente a los ayamontinos que “sepan valorar y se sientan orgullosos del rico patrimonio con el que cuentan”. Y es que, finalmente, señaló que “muchas veces no sabemos apreciar lo que más cerca tenemos, lo cual suele ser más valorado por quienes nos visitan. Yo no me considero de fuera, pero cada vez que vengo me doy más cuenta de los magníficos valores de Ayamonte, los cuales aprecio cada vez más.

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