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Antonio Garrido López: Jefe de la Policía Local de Punta Umbría

  • Se convirtió en noticia nacional cuando un vendedor ilegal lo apuñaló mientras ejercía su trabajo en la playa de Punta Umbría

Antonio Garrido López en la sede de la Policía Local de Punta Umbría.

Antonio Garrido López en la sede de la Policía Local de Punta Umbría. / Jordi Landero (Punta Umbría)

Ya escribí hace algún tiempo sobre otro jefe de Policía, Diego Benito Mora, que fue el primero que yo conocí y traté. Hoy escribo sobre el jefe actual y ya en otro momento escribiré sobre otros más con los que he compartido vivencias. Antonio Garrido López es el único de ellos que nació en Punta Umbría. Fue el 30 de abril en 1970, hijo de José Antonio y Ana María, de dos familias muy conocidas de aquí: los Cortezas y los Merengues.

Quién se lo iba a decir a Antonio y a su familia que con el paso del tiempo se iba a convertir en el jefe de la Policía Local cuando en sus principios empezó trabajando los veranos en la Policía de Playa, con la categoría de auxiliar. Aunque ya antes había trabajado en otros oficios. Había sido albañil y trasmallero, ocupaciones que eran habituales en Punta Umbría entre la gente joven. Pero Antonio siempre fue una persona con muchos ánimos de progresar en la vida. Y por eso se presentó a unas plazas para la Policía Local. Aprobó junto a otros compañeros y se fueron a Sevilla a la academia, donde se siguió formando para volver de nuevo a su pueblo para ejercer su profesión. Mientras, en su tiempo libre, estudió y se sacó varios títulos en la Universidad de Huelva y en la de Sevilla sobre temas relacionados con su profesión como Criminología o formador con título homologado por el Ministerio del Interior para ejercer como profesor de los aspirantes a policías.

En definitiva, que Antonio ha sido y es siempre una persona inquieta y trabajadora, igual que toda su familia. Ascendió, previos exámenes, a subinspector y desde 2007 ocupa el cargo de jefe de la Policía Local, siendo en la actualidad el jefe que más tiempo lleva en el puesto, superando a José Muñoz Cárdenas, que era el anterior en tiempo de servicio. Pero no se le caen los anillos por echar una mano a su familia en sus negocios cuando él está de vacaciones. Su hermano Nico tiene un chiringuito en la playa con bastante aceptación porque, ayudado también por su padre, preparan unas sardinas exquisitas y hacen un arroz a la marinera digno de probar, entre otros manjares.

Antonio Garrido acompañado por sus compañeros agentes en la celebración del juicio contra su agresor. Antonio Garrido acompañado por sus compañeros agentes en la celebración del juicio contra su agresor.

Antonio Garrido acompañado por sus compañeros agentes en la celebración del juicio contra su agresor. / H. I. (Huelva)

Pero hubo un momento en su vida profesional que le marcó y que a la vez fue noticia nacional. Fue cuando él actuó en la playa en defensa de la legalidad vigente para hacer cumplir las ordenanzas municipales de venta ambulante y fue agredido brutalmente por un vendedor ilegal que llegó a clavarle una navaja en varias partes del cuerpo a él y a otro compañero.

Esta noticia del apuñalamiento al jefe de Policía de Punta Umbría fue grabada por los bañistas y enseguida apareció en la televisión. Y yo, que me encontraba muy lejos de Punta Umbría y mucha gente sabía que yo era de allí porque vaya por donde vaya siempre voy presumiendo de donde soy y de dónde vengo, me preguntaban por Antonio Garrido y su compañero herido. Menos mal que yo estaba en contacto con él a través del teléfono móvil y sabía que se encontraba bien y, entre bromas, me decía: “A mí no hay quien me mate”. Y es que Antonio, naturalmente, tenía conocimientos de defensa personal y supo repeler la agresión.

Los días siguientes a este suceso se recibieron en el ayuntamiento miles de llamadas de apoyo y él personalmente recibió apoyo de todas partes de nuestro país, especialmente de policías de todo el territorio nacional con un lema que todos recordaran: “Todos somos uno”. En una manifestación en la plaza del Ayuntamiento se congregó toda Punta Umbría y por eso esta historia quedó grabada en el corazón de Antonio, pues fue un manifiesto de cariño que su pueblo le demostró, al igual que representantes de policías de muchas poblaciones de la provincia de Huelva, de Andalucía y de España.

Hoy la vida transcurre en Punta Umbría plácidamente y en paz, con una normalidad absoluta. La Jefatura de Policía está recién construida y gozan todos sus miembros de unas instalaciones modélicas. Antonio sabe transmitir a su equipo, del que presume mucho por ser unos grandes y ejemplares policías, que tengan siempre un comportamiento amable y servicial con el ciudadano.

Recuerdo el día de la inauguración de la nueva Jefatura con todos sus miembros delante de las instalaciones y me trae a la memoria otra imagen que vi muchas veces en la puerta del ayuntamiento antiguo donde solo estaban diez o doce policías y una moto. Eso era todo el cuerpo policial que había a principios de los años 70 del pasado siglo. Ahora hay más de 40.

Recientemente Antonio Garrido López ha sido condecorado con la Medalla de Plata al Mérito Policial, lo cual le llena de orgullo no solo a él, sino a todos sus compañeros y amigos y, naturalmente, a su familia. Además, ha ingresado en la Orden al Mérito Policial siendo el único miembro de la Policía de Punta Umbría que obtiene tal distinción.

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