Era verdad

Cuando el mensaje recibido es letal, la solución no es enmendar si no matar al mensajero

La polémica surgió a poco de conocerse la fecha de las elecciones andaluzas a las que, por cierto, podíamos ir ya directamente, sin campaña electoral, y así nos ahorramos dinero y alguna que otra chorrada de vergüenza ajena. Ocurrió todo hace una semana más o menos. La exministra de Agricultura, señora García Tejerina, dijo que los niños de Castilla y León están como dos cursos adelantados sobre los andaluces. Ni que decir que la acorazada mediática del régimen saltó dando grititos de aspavientos tremendamente ofendidos, eso decían, por la humillación que tal afirmación suponía para esta nuestra región, sus gentes y sus niños en particular. En la punta de lanza de esta ridícula y mendaz reacción iba la señora Díaz, a la sazón titular del virreinato andaluz. Por supuesto que los tocinitos de cielo, compañeros de la exministra, se unieron al coro de ofendidos, no fueran a llamarle esas cosas con las que la izquierda política paraliza a los poquita cosa del centro derecha andaluz. ¡Yo no! ¡Yo no! ¡Uy! ¡Qué cosas! Se desmarcaron de su compañera de partido y naturalmente se desmarcaron de la verdad. Angelitos míos. Porque ese es el final de este pequeño embrollo. La exministra hablaba con el informe PISA en las manos y decía la verdad. Por si alguien no lo sabe, este informe lo realiza la OCDE y es un trabajo internacional de evaluación del rendimiento de los alumnos de docenas de países en matemáticas, ciencias y lectura. Nuestra región ocupa los últimos lugares año tras año, a piñón fijo, desde tiempo inmemorial. Y no hay manera, parece ser, de salir del agujero. Y encima los responsables del naufragio sacan pecho. Vivir para ver.

El informe de 2015 se basó, en el caso de España, en la evaluación de casi 38.000 alumnos y unos 1.000 centros. Los resultados finales se miden siempre en puntos. Según la OCDE una diferencia de 30 puntos entre dos regiones equivale a un curso de atraso. En ciencia la competencia de Castilla y León fue de 519 puntos, la de Andalucía 473. Una diferencia de 46 puntos que equivale a un curso y medio de retraso. En comprensión lectora la diferencia fue de 43 puntos y en matemáticas de 40 puntos, tres cuartos de lo mismo. Conclusión: la señora García Tejerina no mentía, decía la verdad. Y el motivo era muy sencillo: se había leído el informe PISA. A estas alturas de la película ya hemos escuchado todos los cuentos y nos sabemos todos los cuentos y sabemos que, para nuestra clase dirigente, cuando el mensaje recibido es letal, la solución no es enmendar si no matar al mensajero. Todo ya muy visto, muy gastado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios