Sí, esta noche es Nochebuena... La esperada noche donde se unen tantos sentimientos, recuerdos, nostalgias y vivencias. La esperada noche en que abrimos las puertas al gran misterio de nuestra religión. Hoy nos nace un Salvador. Tiene forzosamente que ser la Noche Buena del año.

Cada doce meses volvemos a celebrar en la tradición familiar el más bello acto de fe que vive en nosotros. Cada año nuestros hogares, nuestros corazones se hacen altares de un jubilo que no cesa, que nunca se olvida. Es Nochebuena y mañana ya será Navidad. Me gusta escribir sobre Navidad. Páginas que intentasen plasmar los momentos de estos días que hoy, en la medianoche, se harán realidades, cantando el Aleluya del recién nacido.

Versos hecho letrillas, al son de la pandereta y de la zambomba, para vivir, más intensamente, la felicidad presente y agradecer a Dios un año más de vida, para celebrar su llegada a la tierra en un resplandor de humildad y amor a toda la humanidad. En silencio también brotarán de nuestros labios las más bellas y sonoras canciones de cuna, para mecer al Niño Dios. Es Nochebuena y la Navidad ya vive en todos nosotros. Noche de amor y noche de paz. Ahora no pueden existir los rencores porque el Sumo Bien ya está con nosotros en un abrazo eterno.

En este año terrible en que la increíble pandemia nos ha mostrado su cara de dolor y de muerte, muchos pensaran que esta noche no puede ser Buena. Se equivocan. Esta noche es especial, porque aunque se pongan trabas para la reunión familiar, aunque la distancia establecida nos impida el acercamiento y el abrazo, esta Nochebuena nos llevará, como en un sueño deseado, a todas las anteriores vividas con júbilo y cantos tradicionales.

Volveremos, quizás en la soledad, a recordar aquellas Nochebuenas de ayer. Las de la infancia en el hogar paterno, llenas de ilusiones junto al pequeño Belén que nuestros padres y mayores nos montaban para dar realidad al hecho que exaltamos, Las de la juventud espléndida en sentimientos y promesas de futuro. Las de la madurez en las que éramos nosotros los que impulsábamos el sentido de la Nochebuena a nuestros hijos. La de la vejez donde tal vez en este año, sin la cercanía de los nietos, una lagrima huya de nuestros cansados ojos, llevándoles nuestro cariño desde lo más profundo del corazón.

Dicen que esta noche es Nochebuena y no es noche de dormir. A la ilusión, al recuerdos, al sentimiento no se le pueden poner barreras, ni confinamientos, ni toque de queda, por eso esta noche nos vamos a sentir más cerca de toda la familia, de todos los amigos, de todos los conocidos, porque ya bajo la bóveda del cielo se ha oído un Gloria in Excelsis Deo, que nos mantiene, despiertos, alegres, unidos. Dios ha vuelto a nacer. Y estará aquí, siempre con nosotros y para todos.

¿Sabéis la razón de esa Estrella en el Portal de Belén?. Es el más bello de los anuncios que los ángeles pudieron cantar dando luz y esperanza a la Humanidad. Esta noche es Nochebuena y mañana ya gozaremos del nacimiento de Jesús. Navidad.

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