El Malacate

Javier Ronchel

jaronchel@huelvainformacion.es

Mucho más que el decano del fútbol español

El Recreativo de Huelva se ha propuesto reivindicar sus orígenes y su historia como parte fundamental de su identidad, por encima de las exigencia de éxitos deportivos para su equipo El Malacate: Lo que esconde el paro en Huelva

Mucho más que el decano del fútbol español

Mucho más que el decano del fútbol español / Josué Correa

LOS dos clubes deportivos con más historia en Huelva han protagonizado esta semana un acto extraordinario que debe llevarnos a los onubenses a pararnos a pensar un poco e ir más allá de la superficie. El Real Club Recreativo de Tenis de Huelva ha homenajeado al Real Club Recreativo de Huelva entregándole su medalla de oro. No son la misma entidad pero comparten nacimiento en diciembre de 1889, en la Casa Colón de la capital onubense, como el mismo club de origen británico que fueron, y también tienen en común su consideración de decanos del tenis y el fútbol en España, y su reconocimiento, más reciente, como Bien de Interés Cultural (BIC), con todo lo que ello comporta a efectos de salvaguarda del patrimonio que ambos son.

Los historiadores y onubenses con más memoria recordarán, probablemente, algún gesto parecido al de estos días entre los dos Recreativo en Huelva. Pero éste ahora tiene un valor especial por el momento y por la necesidad de que ambas trayectorias confluyan de nuevo. El de tenis ha aprovechado la disputa de la 98ª Copa del Rey, a las puertas de su centenaria edición, para reconocer esos lazos estrechos con su hermano del fútbol. Lo ha hecho ahora, sin más esperas, como un acercamiento que siempre debió hacerse y fortalecerse, como no se ha hecho antes en época reciente. Y debe abrir a partir de ahora un camino de colaboración mutua que sea beneficiosa para ambas entidades y, por extensión, para Huelva.

El Recre (el futbolero) se encuentra en un momento importante con el cambio de directiva derivado del producido en el Ayuntamiento, que sigue siendo el propietario como accionista mayoritario, metido aún en su saneamiento económico y en la tarea de preservar su existencia como bien patrimonial de la ciudad. La línea del nuevo Gobierno municipal irá por ahí, y en eso ha dejado al mando del club a un ex futbolista y capitán, Jesús Vázquez, que ha mostrado sobradamente en su trayectoria su amor por los colores y por lo que debe significar el Recreativo para esta provincia. Él, de la lejana Santa Olalla del Cala, lo sabe bien y por eso tiene en mente un proyecto con el que convenció a la nueva alcaldesa, Pilar Miranda, para tener libertad de acción y reforzar la identidad histórica de una entidad deportiva que, aquí sí, de verdad, es más que un club, una institución y un bien de extraordinario valor sentimental e identitario, como debe empezar ya a ser asumido y reconocido por todos.

Ese es el fundamento principal del proyecto de Jesús Vázquez, que trasciende, evidentemente, lo deportivo y que no se supedita en busca de éxitos en los campos de fútbol. Porque el Recre y sus casi 134 años de historia están muy por encima de quedar hipotecados y en riesgo de desaparición por la búsqueda de réditos a corto plazo en lo deportivo.

En los últimos años se han dado las circunstancias para aprenderlo bien. Nunca ha caído tan bajo, en categoría deportiva, nuestro Decano, y aún así no se ha quedado solo, ha recuperado en dos años gran parte del terreno perdido, y se ha colocado ahora en disposición de afrontar una reconstrucción en la que debe primar la sensatez, la paciencia y el peso de la identidad, que ahora, más que nunca, no debemos perder de vista.

El nuevo presidente del Recre lo resume de un modo muy gráfico, que debe quedar marcado a fuego sin que ello sea un signo de debilidad o de falta de ambición: “El Recre sólo ha estado 5 de sus 133 años de historia en Primera División, así que no podemos pretender que ese sea su hábitat natural”. La condición de decano del fútbol español, su antigüedad indudable, no da derecho a estar en la elite nacional, pero sí tiene la obligación de mantener unos principios, entender su valor y, sin perder su esencia, trabajar con humildad hasta que se consolide en un lugar destacado en el deporte nacional, que no siempre se corresponderá con la máxima categoría deportiva, aunque sea lo que todos deseamos.

En ese cometido, de ganar categoría histórica y sentimental, es en lo que está Jesús Vázquez, con Begoña Calderón como consejera delegada, y un equipo que pretende ahora, precisamente, dejar claro que es más importante conocer y entender nuestra identidad y nuestra realidad, y consolidarla en una estructura de club y social, que tratar de arrogarse, sólo como decano, un sitio al que falta mucho para llegar. Y sin dejar en manos de terceros, mucho menos de un impersonal y volátil fondo de inversión, ese patrimonio innegable que es el Recre para Huelva.

Lo recuerda también el presidente, cómo el Recre fue invitado a participar en la primera edición de La Liga, en Primera División, con todos los grandes, pero fue rechazado por la directiva de entonces para no perder su carácter amateur al adentrarse en el incipiente profesionalismo del fútbol. Y aún así estuvo en los primeros años de la Copa del Rey, relegado en el palmarés precisamente por su modestia entre otros más poderosos. Su realidad. Como hoy.

Y aún así, ahora como club profesional, sí, no como hace cien años, tiene la misión de que en Huelva se entienda esa historia y su valor único, que debe estar por encima de todo.

En Bilbao, con el Athletic, de orígenes similares, ha arraigado su identidad como forma de ser y actuar, reconocida y valorada por todos. Tan señorial como aquella ovación en pie de las gradas del viejo San Mamés para recibir al decano del fútbol español en su retorno a la Primera División, como recordó la megafonía aquel 1 de marzo de 2002, en el que el Recre salió de allí con una victoria deportiva y otra identitaria.

No se trata de imitar el modelo bilbaíno en Huelva, pero sí de aprender a conocer nuestra historia, entenderla, valorarla y defenderla en toda la provincia con independencia de los resultados del primer equipo, que seguro llegarán y para devolverle a lo más alto, construyendo unos cimientos en los que no basta con el año 1889 en la partida de nacimiento.

Ahora que en Riotinto se va a celebrar el 150 aniversario del primer partido de fútbol disputado en España, germen de lo que vino después, toca arropar la reivindicación de aquellos orígenes mineros y su materialización en el Recreativo. Y contribuir a su crecimiento, también de la mano del decano del tenis nacional, que tiene en dos años una cita fantástica con la que impulsar también su valor para Huelva y para el deporte en España. Poco a poco, descubriendo el inmenso patrimonio con que cuenta esta tierra en lo deportivo que, ya se ve hace tiempo en otros lares, es muy muy envidiado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios