Hay fiestas que calan en el sentimiento del pueblo. Una de ellas es la que celebramos cada estío mirando al mar de nuestras devociones marianas: el día de la Virgen del Carmen.

La Huelva marinera, sencilla, devota, amante de sus tradiciones religiosas, tiene hoy una cita especial. Es una cita de amor enclavada en su más vivo sentimiento marinero.

Hoy, festividad de la Virgen del Carmen, las circunstancias actuales, tristes momentos, nos han reducido la exaltación acostumbrada a la Reina del Mar.

Comprendemos la necesidad, por precaución, de suspender eventos que obliguen a manifestaciones populares, lo que no es de recibo es la jugada que nos ha hecho el Gobierno con declarar esta fecha en este año Día de luto nacional.

¿Pero es que no había otra fecha, de las muchas que tiene el mes de julio, si es que se quería hacer en el verano?

Sí, había muchos días para hacerlo, lo que no existía es una voluntad limpia, sin intenciones, que además, hiriese a muchos colectivos, religiosos, civiles y militares.

No quiero pensar mal, pero a veces la forma de actuar por parte de los políticos que nos gobiernan, no solo es desacertada, sino que lo que más nos duele es que lleven intencionalidades ocultas que hacen aguas y que nos mojan con toda intención.

España, aunque algunos no lo quieran, tiene, sigue teniendo hasta ahora y no sabemos por cuánto tiempo, tal como van las cosas, un carácter profundamente tradicional y en muchos casos fuertemente religioso. Intentar borrar, tapar y desdibujar celebraciones como esta tan marinera y tan nuestra como la festividad de la Virgen del Carmen lo podemos considerar como un agravio a nuestras costumbres de siempre, por no citar acontecimientos tan bellos y llenos de sentido y espíritu militar como los que la Armada Española dedica cada año a su Patrona, incluida la entrega de despachos por el Rey a los infantes de Marina, o los actos que organizan la marinas deportivas, mercante y cofradías de pescadores, entre otras.

Hoy, rendimos luto por tantas víctimas caídas en la pandemia, que pudieron ser menos. Para ellos nuestras oraciones. Para sus familias nuestro dolor y solidaridad.

En el sentimiento y la devoción mariana de esta Andalucía maravillosa, nuestra Salve a la que es Patrona de los marineros, en homenaje y recuerdo más auténtico y de corazón.

En política se admite todo, pero en la verdad de la conciencia popular, hay cosas que no pueden aceptarse.

Para nosotros, provincia marinera, ¡siempre el Carmen!

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios