Con ocasión de la fiestas en honor a San Jorge, Patrón de Palos de la Frontera, el Ayuntamiento de aquella histórica ciudad considerada como cuna de América, ha tenido lugar una solemne sesión en la Casa de Cultura, bajo la presidencia del alcalde, Carmelo Romero, y con asistencia de autoridades y de la Corporación palerma, donde se ha dado lectura de la concesión y se ha impuesto la Medalla de Oro de Palos de la Frontera a la Real Sociedad Colombina Onubense.

Un acto que estuvo lleno de emoción y de reconocimiento para la más antigua Sociedad de carácter colombino de España, que vio cómo se prendía sobre su estandarte centenario la bellísima medalla palerma, que ya desde ahora acompañará a las más altas distinciones que la Sociedad Colombina Onubense posee desde su fundación allá en 1880.

Palos de la Frontera ha vuelto a demostrar su estilo lleno de nobleza, y de gratitud, para quienes siempre demostraron su fidelidad, entrega y cariño en la defensa de su título inmortal que la une a la mayor gesta que vieron los siglos por la mar: el Descubrimiento de América.

La Sociedad Colombina y Palos están fundidas en un mismo espíritu de colaboración y trabajo desde hace más de un siglo.

En el bello pueblo marinero besado por las aguas del río Tinto, sus diversas corporaciones municipales, a través de los años, han ido dejando una estela de homenaje a la Sociedad Colombina que son hoy testigos históricos de esta común identidad colombina, pinzonista marinera y onubense.

Allí, en el corazón del pueblo está la Placita de la Real Sociedad Colombina. Allí se encuentran diversos azulejos y placas que rememoran días históricos vividos en unión y entusiasmo. Allí en Palos laten los recuerdos de la Colombina en hechos con la hazaña del Plus Ultra, la coronación de la Virgen de los Milagros por San Juan Pablo II, el paso de la Cruz Coldin que permanece junto a la Fontanilla, las celebraciones del V Centenario, la inauguración del monumento a Colón en La Rábida, y así podríamos seguir narrando multitud de detalles de los palermos con esta Sociedad que reinició la vivencia de la Real Sociedad Palófila y sigue manteniendo el orgullo de su nombramiento como hermano mayor honorario de la Hermandad de la Virgen de los Milagros.

Y junto a esto su ya centenaria lucha y trabajos en favor del Monasterio de la Rábida y la defensa del nombre de Palos en el mundo entero.

La Medalla de Oro que hoy prende en su enseña de gala, es otra constante de cómo un pueblo sabe ser señor, agradecido en esa concesión aprobada por unanimidad por toda la Corporación palerma. Esta es la manera de ser de los pueblos que como Palos son banderas permanentes de la gran Historia de España.

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