Confieso que si por mí fuera la Courier New dominaría el mundo, por aquello de seguir trasladando en la pantalla el traqueteo, el golpear de teclas de las antiguas máquinas de escribir. Ese espacio donde no cabía el error, donde cada letra pesaba, donde cada letra golpeaba literalmente el papel. También he sido muy fan de la Tahoma, por su redondez extrema, por su silueta se desliza mi lectura como por un tobogán. Aunque en mi día a día la que más empleo es la Calibri. En ella encuentro un equilibrio entre el tipo serif (la que tiene un remate en cada letra) y la sans serif (las letras sin adorno o remate), aunque sea del segundo grupo tipográfico. Para mí la Calibri se ha convertido en una especie de heredera de la Arial. Hasta no hace mucho había casi una guerra de estilos, o eras de Arial o eras de la sempiterna Times New Roman, algo similar a una ideología política, menottista o bilardista, de Florida o de Boedo. En el mundo de la tipografía, de las formas de las letras, hay todo un supermercado de productos, y no es obligatorio decantarse por uno, y es posible su combinación sin armar escándalo. Pero no nos engañemos, desde que aprendemos a sujetar un lápiz de grafito adquirimos la plena conciencia de que una letra es la marca de uno mismo. Nos reconocemos en nuestro trazo como reconocemos el de los demás: la letra angulosa de mi padre, la oblicuidad de mi madre, la redondez de mis hijos. Y ahora nos han regalado una tipografía nueva, nuestra, 100% de Huelva: la Onuba Type.

Es recta cuando debe serlo y curvilínea cuando toca, con un atrevido e interesante apunte de modernidad. Sin adornos (sans serif). Elegante. Sugerente. A más la miro, más me atrae. Es, como el lema de la nueva campaña de marca de la ciudad de Huelva, original. Y en tiempos de profesionales del odio, a mí me ha enganchado. Huelva Original. Comienzo. Partida, inicio. Como define la RAE: Perteneciente o relativo al origen. Origen metalúrgico del cobre. Origen gastronómico de tantos productos. Origen de la civilización tartésica, esa que parece abocada a subsistir en un QR y en un sótano de cemento. Origen del fandango (de la parte que le toca, que nadie se enfade). Original, también en inglés, el mismo vocablo y dos pronunciaciones, que nos vincula con todo ese legado británico, con el paisaje del Barrio Obrero, la Casa Colón, el tenis, origen del fútbol en nuestro país. Y de ahí hacia adelante, hacia esa otra acepción propositiva, la inventiva, el ahora.

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