Malos tiempos para los reyes

La Iglesia se equivocó al fijar la Epifanía el 6 de enero, o sea, el último día de las vacaciones escolares

Las ilusiones de los niños y las ganancias invernales de un gran número de comercios de artículos de consumo están relacionadas con la visita de unos personajes con base histórica a la que los siglos han ido añadiendo capas de leyendas que conforman su imagen actual. Se trata de Papá Noel y de los Reyes Magos. Aunque estos tienen sus antecedentes en el Evangelio de San Mateo, lo cierto es que en aquella época su número era indeterminado, el calificativo de "magos" se le daba a los sacerdotes sabios de Oriente, tal vez de Arabia o de Persia, y desde luego, no eran reyes. La conexión de sus figuras con los regalos a los niños en España data de mediados del siglo XIX y desde aquí se extendió a otros países iberoamericanos, compitiendo con el orondo perfil de Papá Navidad o Papá Noel, designación moderna para un santo del siglo IV, Nicolás, que fue obispo de Myra, ciudad de la península, hoy turca, de Anatolia.

Cuando los musulmanes invadieron la región, sus reliquias fueron trasladadas a Bari (Italia) con lo que en Occidente pasó a llamarse San Nicolás de Bari. Los emigrantes holandeses llevaron a San Nicolás (Sint Nicolaas o Sinterklaas) a Nueva Amsterdam, hoy Nueva York. A principios del siglo XIX, Washington Irving, en su cuento Historia de Nueva York, deformó su nombre, que se convirtió en Santa Claus. Luego vino lo de inventar a Santa la residencia en el Polo Norte y montarle en un carro que surca el cielo tirado por renos, pero a Holanda continúan llegando sus regalos en un barco que zarpa desde Alicante, ya que Bari, como parte del reino de Nápoles, perteneció, entre los siglos XV y XVIII, a las coronas de Aragón y de España.

La competición entre Reyes Magos y Santa Claus / Papá Noel en los últimos tiempos se decanta claramente a favor de los últimos. Se supondría que la iglesia católica, al menos en España, debía apostar por los Reyes. Pero se equivocó al fijar su festividad, la Epifanía, el 6 de enero, o sea, el último día de las vacaciones escolares del solsticio de invierno, como gusta decir ahora a los progres. Los niños saben que si escriben la carta a Papá Noel recibirán sus regalos en Navidad, con dos semanas por delante para disfrutar de ellos. No hay color. Los más listos escriben cartas a unos y a otro. Tampoco los Reyes de España -tan discretos ellos- se han pronunciado a favor de sus afines. Se ve que son otras cosas las que les preocupan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios