Cuando la primavera es un grito brotado del alma llena de devoción, los romeros de las mil y una advocaciones de Maria Santísima, se ponen en un camino espiritual de alegría en la fe de un amor que es altar en todos los rincones de nuestra provincia.

Bajo la negrura de una pandemia que nos sigue atacando, se ha hecho la luz de la esperanza.

Y como brotan las flores en el campo, todos los corazones inundados de la devoción mas real a la Virgen, brotan en un ramillete de júbilo para cantarle a Ella.

Es indudable que el culto a Maria en Andalucía es una fiel expresión de amor a la Madre de Dios. Una explosión de vivencias que se hacen realidades al son del tamboril y de la flauta, al compas de canciones propias que son oraciones hechas Salves, y en esos gritos que salen del alma en vítores y saludo a la Reina de los cielos.

Después de un tiempo, demasiado largo, vamos nuevamente a vivir todo el esplendor de la Romería. Y lo haremos con todas las medidas de seguridades sanitarias, pero también con todo el entusiasmo que nos pide el corazón.

Tras un silencio obligado, el cielo de las tierras andevaleños se hace sol para mostrar toda la belleza y el resplandor de la Virgen que llama a todos sus hijos a celebrar sus romerías y los cultos tradicionales que son relicarios de siglos y de un pueblo que ama con locura. Y es Piedras Albas, en el Prado de Osma, la que abre caminos en el Domingo de Resurrección, llenando el campo de salves. Y a los pocos días la Hermandad de la Virgen de la Peña, de Huelva, parte camino de Puebla de Guzmán, para continuar un rosario romero en la eterna primavera de la devoción a Maria. Quienes desde hace muchos años, décadas, sentimos el amor y la devoción a esas imágenes que proclaman su gloria, en lo alto de una peña que es escalera de salvación para sus hijos, o en la paz luminosa de un prado que es nido de una belleza mariana infinita.

Somos ya multitud los que tenemos sobre el pecho sus medallas y el recuerdo de haber sido pregoneros de su gloria. Un honor y una honra que es patrimonio de nuestras mejores alegrías del espíritu.

Ante la llegada de las Romería de nuestra provincia, pedimos a todos redoblar nuestras inquietudes, rezar la Salve con todo el sentimiento del mejor saludo a la Virgen, cuyas Hermandades levantan su estandarte de cariño y su alegría andaluza y onubense para caminar a ese Prado de Osma o a ese Cerro del Águila donde el cielo está más cerca. Ella , en su altar de amor, nos espera con todo su sentimiento de Madre.

Peña de amores , y Blancura de cielo, les llamé un día a las dos devociones. Hoy son Peña de gracia por habernos protegido en la pandemia y piedra fuerte por mantener nuestra fe.

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