Conducir exige determinados conocimientos al volante y rigurosidad a la hora de adoptar determinadas actitudes responsables que no pongan en peligro la salud del resto de actores que interactúan en las diferentes vías.

Ya lo avisaban en Tráfico hace algunas décadas en lo que fueron las campañas más duras de la DGT: las imprudencias se pagan. Y no sólo tiene que ser cuestión de apretar el acelerador más de la cuenta, tomar alcohol u olvidarse del cinturón de seguridad.

Detalles más insignificantes, a priori, como unas gafas de sol, pueden resultar determinantes para evitar un accidente. Porque uno de los peligros en carretera cuando conducimos son los deslumbramientos producidos por el sol tanto al alba como en el crepúsculo. Alrededor del 5% de accidentes mortales tiene lugar por ese motivo.

Hay que llevar gafas de sol cuando la situación lo requiere y saber los riesgos de no llevar unas gafas de sol adecuadas.

Gafas de sol más adecuadas para conducir

La DGT no multa a los usuarios que conduzcan con gafas de sol de filtro UV400, pero sí recomiendan hacerlo mejor con otro tipo de modelos. Así, basándose en la opinión de expertos como los especialistas del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia las gafas de sol ideales si se conduce bajo los efectos de los rayos solares son las que tienen un filtro de categoría inferior a 4 (UV400). Y el color de las lentes más recomendado es el gris, ya que transmite uniformemente la luz a través del espectro y respeta mejor los colores naturales.

También entran dentro de las recomendaciones las gafas de sol polarizadas con cristales de color verdoso o marrón.

Ese filtro polarizado es el que ayudar a eliminar los defectos y mejora la percepción de los colores, fundamentales para identificar con precisión las señales de tráfico y los semáforos.

Consejos para evitar deslumbramientos

Independientemente de si usamos gafas de sol o no, desde la DGT disponen de una lista de consejos para evitar deslumbramientos que pasan inicialmente por usar esas gafas de sol polarizadas y con cristales de color verdoso, gris o marrón y nunca conducir con gafas de sol de noche o en zonas oscuras o túneles, pero que también abarcan otros apartados relacionados con la precaución y la previsión al volante. 

• Mantener la trayectoria del vehículo y disminuir la velocidad si nos deslumbra el sol, sin recurrir al frenazo.
• Parar y esperar a que el sol cambie de dirección si nos encontramos con el sol de frente y nos deslumbra de tal forma que nos impide continuar la marcha de forma segura.
• Conducir a menor velocidad y con más paradas de lo habitual si nuestro trayecto se realiza con el sol de frente para descansar así la vista.
• Recurrir al parasol de forma puntual únicamente porque reduce el campo de visión.
• Mantener limpios los cristales porque la suciedad aumenta el riesgo de deslumbramiento y reduce el campo de visión.