SAE International -la misma organización que estandariza la escala para los aceites o el VIN de los coches, por ejemplo-, es una asociación compuesta por más de 128.000 ingenieros de diversas áreas y con sede en EE.UU. que, ahora, ha elegido como estándar de posicionamiento para las recargas inductivas de la batería de los vehículos eléctricos la propuesta de Mahle.

Lo que aporta esta empresa alemana con sede en Stuttgart al respecto es un sistema de alineamiento del vehículo sobre la bobina de carga situada en el suelo.

La carga inductiva resuelve, sin necesidad de usar cables, los procesos en los que se usa corriente alterna, los más habituales para los conductores de coches eléctricos.

La carga inductiva permite obviar el uso de cables para la recarga de la batería con sus consiguientes incomodidades, en tanto que el flujo de electricidad se realizaría mediante un campo magnético formado por dos bobinas, las instaladas en el coche y el suelo.

La dificultad que resuelve Mahle estaba en, más allá de la potencia que puede transferirse y la eficiencia que se alcance -factores en los que el cable sigue teniendo ventaja-, en cómo situar de manera precisa, rápida y fiable el coche respecto a esa placa situada en el piso, lo que se ha resuelto mediante el sistema de posicionamiento DIPS (Differential Inductive Positioning System). Su funcionamiento se basa en que la emisión de un campo magnético que es detectado por el vehículo a medida que se acerca. Al realizarse la conexión automática se pone en marcha a un sistema de navegación en la pantalla del vehículo dirige al conductor para que sitúe el coche en la posición adecuada. Una vez conseguido, la recarga de la batería se produce de forma automática.

Además, el sistema puede funcionar también en los coches que tienen un sistema de estacionamiento autónomo, así como en condiciones medioambientales desfavorables como con una capa de nieve u hojas sobre la placa inferior.

Esta solución al estandarizarse puede impulsar la movilidad eléctrica en tanto que facilita y simplifica el uso de estos vehículos. Y es que para que la carga inalámbrica de vehículos eléctricos pueda llevarse a cabo, todos los componentes relacionados con la infraestructura como con el vehículo deben estar estandarizados. Solo entonces tanto los fabricantes de vehículos como los proveedores de infraestructuras podrán aportar soluciones compatibles independientemente de las marcas. Mahle ofrecerá su licencia bajo condiciones FRAND (justas, razonables y no discriminatorias).

Esta solución también se puede aplicar a la carga a través de bobinas de inducción durante la conducción, para lo que se ha formulado el estándar junto a Electreon Wireless.

Por otro lado, "Siemens y Witricity son dos socios fuertes a nuestro lado con los que estamos promoviendo conjuntamente el sistema completo de infraestructura de carga e ingeniería automotriz", afirmó Harald Straky, director corporativo de Investigación e Ingeniería Avanzada de Mahle.