Huelva

Lo iberoamericano nos mueve

  • lEl descubrimiento ofrece a la provincia de Huelva un plus de identidad todavía por desarrollar

  • Hoy las infraestructuras con motivación colombina están cerradas o en obras

Este año del 525 aniversario de la llegada de las carabelas colombinas a América permite la revisión de lo iberoamericano y Huelva. Es algo que nos mueve desde siempre, año a año sin la necesidad de una efemérides que celebrar; en eso otros se apuntan a ella y se les olvida fácilmente. Aunque no disfrutamos de los réditos de aquellos en estas celebraciones sí nos da un plus de identidad. El aniversario de este año ofrece un tiempo de revisión y muy especialmente en dotaciones, sin embargo antes de lo que nos trajeron los Reyes Magos del 92 hay otros hitos en la ciudad con denominación colombina que hoy languidecen.

Hay que empezar por el pabellón polideportivo Las Américas, propiedad de la Diputación Provincial de Huelva. Inaugurado en 1981, permanece en la actualidad cerrado y en el más absoluto de los abandonos. Después de varios intentos de la propiedad de cederlo a un tercero, en septiembre de 2013 cerró definitivamente. Ocurre que atendía a una población bastante amplia, al confluir varias barriadas, o sea que el servicio de utilidad pública para la zona era más que evidente. Queda la duda de saber si le faltó el cariño por aquello de que fue un proyecto de la UCD. No sabemos, lo que sí es cierto es que la piscina de la Ciudad Deportiva, dependiente de la Junta de Andalucía va para dos años de su cierre, sin olvidar los episodios anteriores. El Polideportivo de Las Américas podría haber solucionado en parte los problemas de aquellos usuarios.

En La Rábida permanecen cerrados el Foro y el Muelle de las Carabelas

Más cerca en el tiempo, en proyecto con vitola del 92 el Foro Iberoamericano permanece cerrado. No fue la mejor idea para este espacio colombino ni tampoco una alternativa cultural porque en breve sucumbió a la programación discreta de la Costa en verano. No tuvo mucho éxito en el uso para espectáculos y menos en la obra edificada; en estos 25 años poco tiempo estuvo abierto y en uso, una pena para una inversión millonaria. Que se sepa, oficialmente lleva cuatro años cerrado. Una lástima.

Mientras, el Muelle de las Carabelas se encuentra también cerrado. La corrosión de las estructuras metálicas del mismo lleva a la Diputación de Huelva a retrasar su apertura hasta el mes de junio. Los ingleses para esto eran especialmente cuidadosos y así nos llegó en buen estado el muelle cargadero de minerales; porque sabían del mantenimiento continuo, de lo que es la salinidad en las maderas y, sobre todo, en la corrosión de estructuras metálicas. Cuestión distinta es el resultado de su restauración.

Entre una cosa y otra el año de la efemérides pues se va prácticamente de vacío. El 2017 estaba ahí, es una fecha marcada en el calendario que nadie se preocupó de ella. Mientras realizaban esta cosa tan terriblemente contradictoria con la sencillez del cenobio franciscano, la misma Diputación realizó una actuación integral en La Rábida de dudoso acierto. Fueron pasando los días delante de los diputados provinciales con oficio en la Gran Vía y ninguno reparó en una revisión de las infraestructuras que hacía 25 años se inauguraron a bombo y platillo en esta zona que nunca queremos que se convierta en parque temático.

Nos queda en la capital otro emblema de lo que se movió en torno a la fecha de 1992, se trata de la Casa Colón y el Palacio de Congresos. A pesar de las goteras resueltas y de que no conocemos la utilidad de las zonas interiores que se dieron a conocer en su inauguración para los Congresos Marianos Internacionales, es un proyecto cultural que se mantiene. Ocurre que si eran unas dotaciones culturales necesarias para la ciudad no eran suficientes, menos lo son ahora 25 años después cuando la ciudad tiene otras perspectivas. Como ciudad de congresos necesita más infraestructuras y si no véase lo estrecho que se está con el exitoso congreso medioambiental en participación donde la ciudad podía ofrecer más instalaciones. Ocurre que el Palacio de Congresos y la Casa Colón se concibieron como una misma unidad y ahora el antiguo edifico, que fue sede de los actos de 1892, pues se encuentra con espacios más dedicados a oficinas que a otra cosa, aquí se encuentran hasta los servicios del Cementerio.

Así las cosas, se hace necesario una revisión de los espacios culturales de la ciudad. Desde hace décadas se mira al Banco de España como el gran centro para la cultura iberoamericana. Una necesidad antes y más ahora, cuando se ven celebraciones como esta del 525 aniversario y lo que se nos escapa de las manos. Es la gran expansión que necesita lo colombino en Huelva, la que urge tras la situación tan precaria en la que se encuentra la Casa Colón.

Aquí, en Huelva, lo iberoamericano nos pone.

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