Huelva

El docto jamonero de la playa

  • Chacinero

José María López Lara ha convertido la entrada de la antigua discoteca Sótanos de Matalascañas en una de las tiendas con más jamones por metro cuadrado. En un espacio de dimensiones reducidas acumula piezas del preciado cerdo ibérico para sepultar a media España. Es la esquina mejor aprovechada del centro antiguo de la playa almonteña y también la que mejor huele. El aroma que desprenden jamones y paletillas inunda los alrededores.

José María, también conocido como Charly, se mueve como pez en el agua en el mundo de la chacina desde hace años. Después de ciertos escarceos en el sector de la hostelería decidió volver a su orígenes y dedicarse de lleno a la venta de los productos derivados del ibérico. Hace cinco años abrió su pequeña y entrañable tienda (Charly-Jabugo), situada junto a la plaza del pueblo y desde entonces se dedica en cuerpo y alma a ella. Atrás quedó la experiencia del comercio que regentó en la zona del Parque Dunar y aquélla que compartió en El Rocío con un socio, "el más flojo del país" y aficionado a la almohada. De lunes a domingo. Todos los días del año Charly acude a su trabajo. Va y viene a diario desde Almonte, donde vive con su familia, a la que mima y por la que se preocupa, como delata su mirada cuando habla de ella. Algunos fines de semana utiliza su Seita (Seat 600), que conserva como un joya, para desplazarse a la tienda.

Charly entiende que para la persona que trabaja todos los días no hay crisis y si existe hay que echarle imaginación, ingenio y hacer posible que los veraneantes que acuden cada año a Matalascañas se desplacen en cualquier época hasta su tienda en busca provisiones. Vienen desde cualquier punto de la Península y se van con las bolsas llenas. Algunas de sus clientas del lugar llegan a comprar antes de que la tienda esté abierta. Esperan en la puerta sentadas en una silla. Será por algo.

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