La mujer herida por una ola descontrolada en Mazagón: "Me da pánico volver a bañarme en la playa"
La triguereña, que permanece en cama a la espera de que la operen en los próximos días, revive el terrible suceso aún con miedo y sin dar crédito de lo que le ocurrió cuando disfrutaba de un día de playa
Una ola descontrolada deja varios heridos en la playa de Mazagón

Alrededor de 28 personas resultaron heridas en la playa de Mazagón el pasado miércoles 2 de julio tras ser arrastradas en la orilla por el paso de una ola descontrolada. Rocío Mojeda, vecina de Trigueros de 38 años, ha sido la más afectada, estando ingresada en el Hospital Juan Ramón Jiménez desde el fatídico suceso.
La triguereña, que permanece en cama a la espera de que la operen en los próximos días, revive el episodio aún con miedo y sin dar crédito de lo que le ocurrió cuando disfrutaba de un plácido día de playa. Los hechos se produjeron a las 17:15 de la tarde y una hora después, en torno a las 18:25, Rocío ya estaba en el hospital. "Debo decir que al llegar las cuatro ambulancias al centro hospitalario se volcaron con nosotros y nos dieron asistencia a todos de manera rápida", cuenta agradecida.
Aunque la mayoría de los afectados fueron heridos de levedad, "con cortes superficiales por el roce con la ropa", explica la de Trigueros, ella fue la que salió peor parada. "Estaba con mi tabla en el agua y me disponía a salir cuando la ola me embistió de lado y me arrastró por toda la orilla de la playa", cuenta todavía con el susto en el cuerpo, indicando que la ola procedente de la zona del Vigía "recorrió prácticamente toda la orilla de Mazagón, arrastrando a los bañistas a su paso".
Además, apunta que "lo provocó un barco que entró en el puerto a una mayor velocidad de la que debía y en un momento en el que no era aconsejable, ya que no se puede atracar cuando hay pleamar ni bajamar". La afectada asegura que así se lo confirmaron los propios responsables del puerto de Mazagón, confesándole "que habían cometido un error y que lo iban a subsnar".
Sin embargo, dice Rocío, "el daño ya está hecho y mi verano ya es historia. Han paralizado mi vida porque la lesión que tengo va para largo". Al ser arrastrada por la enorme ola, Rocío cayó al suelo y la tabla le golpeó el pie, provocándole una grave fractura. "Además recuerdo que yo no veía nada, porque la ola venía cargada de deshechos y de suciedad. Me asusté porque llevaba las gafas de sol puestas y yo pensaba que se me habían roto los cristales y se me había clavado en los ojos. No veía nada. Pero cuando me quité las gafas y me vi el pie...llegó el pánico de verdad", confiesa.
Tiene fracturada la planta y el empeine del pie derecho y se encuentra a la espera de que un especialista pueda realizarle la operación en los próximos días. Sin embargo, le preocupan aún más las secuelas del episodio. "No me quito de la cabeza la escena. Niños y mayores, todos con heridas, sangrando...fue horrible". Ahora, lamenta, "Pienso en volver a la playa y en bañarme y siento pánico".
Por ello, afirma que pedirá responsabilidades tras lo ocurrido: "Desde el Puerto me han dicho que lo están viendo ya con los abogados, que se harán cargo y llegaremos a un acuerdo". Dice que es lo menos que pueden hacer, ya que "no es la primera vez que algo así ocurre. Hace dos meses un amigo estaba pescando allí y pasó exactamente lo mismo con otro barco, haciendo que volcaran las embarcaciones del puerto, aunque no afectó a nadie porque aún no había afluencia de bañistas en la zona".
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