Man o Matic/ artista urbano

“Como artista hay que ser polifacético y trabajar en muchos campos”

  • Pintar en El Cairo está entre los proyectos que tiene en mente el grafitero onubense. Londres y Estados Unidos son escenarios en los que le gustaría realizar alguna obra

Man o Matic junto a la obra Pure Love.

Man o Matic junto a la obra Pure Love. / Josué Correa (Huelva)

Con el estado de alarma quedó todo paralizado y Adrián Pérez, conocido artísticamente como Man o Matic, dejó interrumpida una obra en un centro educativo de Huelva, que con el inicio de la desescalada pudo terminar después de unos meses de introspección en torno a su trayectoria artística.

–¿Cómo vive un artista el estado de alarma?

–Me he dedicado a cosas que nunca tengo tiempo de hacer, prácticamente a la web, a meter información sobre obras de Huelva: porqué se hicieron, la motivación e inspiración de las mismas. He tenido, como todo el mundo, Internet como herramienta de conexión con la gente, y yo lo que he hecho es hablar de lo ya realizado, el Covid ha parado todo y más en el terreno de la Cultura y nos ha dejado sin saber qué hacer. Nos ha paralizado algunos encargos que teníamos y festivales.

Me he puesto con la web y he realizado algunos dosieres para una línea de cuadros que estoy haciendo y sobre mi trabajo para optar a encargos más institucionales.

Tengo amigos que se han dedicado a pintar muchísimo, yo no he hecho eso, yo me he dedicado a hacer una introspección sobre el trabajo realizado en etapas pasadas.

–¿Ha servido el confinamiento de fuente creativa?

–Yo creo que sí, a mí particularmente me hacen falta los descansos para crear y esto sí me ha servido para tener ese tiempo de relax y de descanso y de pensar un poco en lo que estamos haciendo y, desde luego, para mucha gente va a servir como un punto de inflexión en el que puedan basarse para generar una creatividad a partir de ahí.

Lo peor de todo esto es el aspecto laboral, en el campo cultural se ha paralizado todo y no sabemos qué es lo que va a pasar. Ahora mismo no estoy pensando en un futuro a largo plazo sino en lo que está pasando a cada momento, creo que es la única estrategia eficaz a nivel mental para afrontar esto.

–¿Qué proyecto quedó interrumpido cuando se decretó el estado de alarma?

–Estaba con un proyecto del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Había terminado un trabajo y estaba con otro en el Colegio Marismas del Odiel de Huelva y eso se quedó paralizado completamente. Algunos colegios me llamaron para hacer una obra grande que quedara como testigo de las actividades del Pacto de Estado y estaba en eso. Se paralizó y tuve pocas oportunidades de tener relación con los alumnos.

En Lepe, en el Colegio Oria Castañeda, sí pude acabarlo y hablar con los alumnos, del porqué se estaba haciendo, de la motivación y de lo que era el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, pero en el Colegio Marismas del Odiel de Huelva no hubo tiempo, se quedó a medias el trabajo.

Hace muy poco hemos tenido la oportunidad de volver allí, porque ya está el profesorado, exclusivamente, y he podido acercarme para acabarlo, pero los alumnos no están y es una pena, aunque es una obra que siempre queda y cumple la función de porqué se ha hecho.

Después, los festivales a los que íbamos a ir, de Albania y Valencia, se han paralizado y no sabemos si después de verano se van a poder hacer. Hay que pensar en el momento y ver qué pasa. Incluso estoy pendiente de confirmación de otros festivales, que son para después de verano, para octubre. Yo estoy positivo pero también a la expectativa.

–¿Dónde le gustaría pintar?

–En Estados Unidos y en Londres, pero yo soy de la teoría de esperar que siempre surjan festivales que a uno le llamen como ha venido pasando y por ahora no estoy haciendo proyectos para ir a pintar a esos sitios, que es la manera fácil, coger y montar un proyecto, ponerte de acuerdo con alguien allí e ir a pintar, es lo que hacen muchos artistas cuando las condiciones económicas se lo permiten, yo no tengo esa suerte, porque se necesita tiempo y dinero y las carencias de una u otra cosa están ahí cuando eres autónomo, pero estoy a la expectativa de los proyectos que surgen.

Tengo proyectos lanzados, uno en El Cairo y estoy como loco porque la situación del Covid cambie y poder ir a pintar a El Cairo. Son empresas que no lo tienen ahora mismo muy claro y estoy esperando a que se pongan en contacto otra vez conmigo. Creo que será acabando el verano cuando lo retomaré otra vez con ellos, a ver si esto avanza.

–¿De qué obra se siente más satisfecho?

–De todas las últimas que estoy haciendo estoy supercontento. La que he hecho hace poco en Valladolid para Distrito Vertical o la que sigue la misma línea en el IES Diego Rodríguez de Estrada, en San Juan del Puerto, me encantan, siguen un poco la línea que estoy trabajando en los cuadros, la que estoy trabajando el realismo mezclándolo más con técnicas pictóricas de otro tipo, utilizando la brocha junto con el spray, dejando un poco a un lado el hiperrealismo, lanzándome a buscar un estilo más personal.

Me gustan estas obras ahora especialmente, pero qué decir de cualquier otra, la última que pinté en el antiguo mercado, de las que está la gente más acostumbrada a ver, en la que mezclé una bombilla con un cráneo, son obras de más pequeñas dimensiones que también me gustan mucho.

De cualquiera de ellas puedo decir que me gusta por esto o por aquello. La que hice de Stephen Hawking en Jaén, con esas dimensiones tan enormes y esos colores tan vivos... Todas ellas tienen un motivo especial.

–¿Qué supuso en su carrera profesional exponer en el Museo de Huelva?

–Darme cuenta de lo que era esto, una cosa de grandes dimensiones, y el reconocimiento de un trabajo de casi una década. Llevaba quince años pintando y vi un reconocimiento de la gente de Huelva y me di cuenta del gran apoyo de la gente de mi provincia, eso fue para mí algo excepcional, y después tener más claro de qué se trata todo esto.

Yo vengo del mundo del grafiti, en el que empece como un hobby, pintando muros en la calle, y lo hacía porque me gustaba, y cuando te profesionalizas y vas indagando más dentro de un plano cada vez más artístico, no tienes ni idea del mundo del arte como tal, y hacer una exposición en el Museo te ayuda a ver de qué se trata esto y aprender lo que no está en los escritos.

Me dieron muy poco tiempo, seis meses para el montaje de la exposición y después el mes que estuvo, me enseñó mucho el mundo en el que estaba.

Fue una primera toma de contacto con el mundo artístico, plástico, y me encaminó , tuve una idea mucho más clara de hacia dónde va un artista de la calle, porque uno como grafitero o como artista urbano se dedica a pintar muros y cuando transcurren los años qué pasa con esa persona, pues que se va convirtiendo en un artista y los artistas después están en determinados circuitos y conocer eso es muy importante. Yo, por mi desconocimiento, no sabía, y el Museo fue una etapa muy importante dentro de mi trayectoria artística.

Ver que la gente te apoya, cómo hacer un planteamiento expositivo, tener un equipo detrás con el que poder contar y ver qué pasa después con esa exposición. Fue una experiencia muy importante para mi carrera. Ha significado muchísimo SelfieL. Hace cinco años de ello y ahora estamos en otros planos completamente diferentes.

–¿En qué etapa se encuentra?

–Las obras que estoy haciendo son a un tamaño vendible. Las de la exposición del Museo de Huelva eran de un tamaño enorme. Siguen siendo así en el arte urbano, sigue habiendo dimensiones enormes pero no son tan prácticas a la hora de venderlas en galería, y estoy haciendo una obra en un formato que sea vendible a casi cualquier persona, a tamaño más pequeño, lo que me ha llevado un proceso largo para trabajar con otras técnicas, no solamente el spray, que no te permite trabajar en muy pequeño.

 Es el punto de partida de este enfoque de estar el día de mañana dentro del mundo de la galería, que no es una cosa tampoco fácil, para nada. Dedicarse a las galerías lleva un proceso largo para introducirse.

–Después del museo onubense, ¿cuál podría ser el próximo espacio expositivo?

–Eso estoy todavía viéndolo, porque en este proceso de creación de otro tipo de obra o otro tipo de concepto expositivo y con una idea también más comercial, obviamente, de la misma, he estado tratando con mucha gente y viendo cómo lo podemos llevar.

Buscar una vía realmente eficaz para que ese proceso acabe en una venta o comercialización de ese arte tiene mucho proceso de ver cómo se hace y lo que se busca es un espacio donde realmente haya gente que quiera comprar ese tipo de obra y que haya un comercio realmente, buscar eso implica un trabajo de llevar tus obras al sitio donde la gente quiere y suele comprar este tipo de obras.

Es un poco el concepto de los últimos cuadros que estoy haciendo pero no estoy cerrado a cualquier tipo de proposición respecto a una posible exposición, donde sea, también lo veo, alguna exposición colectiva..., pero me gustaría que tuviera cierto calado, cierto empuje que me llevara profesionalmente a un plano en el que se vendan obras.

Eso es parte de mi proyecto en paralelo a las otras cosas que necesito para seguir viviendo, mi trabajo de decoración artística, y tengo que ir gestionando los tiempos, que es difícil. Si fuera dedicarme de lleno a eso, sería más rápido, pero no entra en mis posibilidades el dedicarme exclusivamente a la pintura.

–Con la portada del disco ¿Revolución? de Coque Malla se le abrió otra vía

–Sí, es algo que hago. La portada de ¿Revolución? de Coque Malla fue un proyecto en el que de repente se puso en contacto conmigo la Warner para ver si me interesaba trabajar con Coque Malla y me pareció superinteresante y me metí de lleno en el proyecto y todo salió magníficamente. Para este tipo de proyectos estamos siempre dispuestos, disponibles y ávidos pero no es algo tan frecuente y común.

Quizás no vivo en el sitio adecuado para estar rodeado de este tipo de cosas. Por suerte las redes sociales hicieron que nos pusiéramos en contacto Coque Malla y yo pero aunque estoy abierto a cualquier proyecto de estas características y es una vía más, quizás esos proyectos no surgen más porque no estoy trabajando en Madrid y Barcelona, que es donde se realizan.

Abren una posibilidad de trabajo y además muy interesante, pero no es más que lo que he venido realizando en otros proyectos diferentes en los que he trabajado como cuando fuimos a Colombia, a Bogotá, con la embajada española.

Como artista hay que ser polifacético y saber trabajar en muchos campos y lo de Coque Malla fue uno más, muy importante, y estoy orgulloso del trabajo realizado y de que Coque estuviese superfeliz con el resultado final de la portada del disco, que era exactamente lo que estaba buscando, fue un proyecto superbonito.

–¿Se valora en Huelva el arte urbano?

–Sí. Yo tengo un apoyo enorme por parte de la gente de Huelva. Yo veo que la gente que vive en Huelva está supercontenta del trabajo que hago yo y los demás artistas de Huelva. Están superorgullosos y además se ve el apoyo que existe a través de las redes sociales, yo cada vez que salgo y me encuentro con quien sea se ve que hay un cariño especial y una admiración hacia mi trabajo. Trabajar aquí es muy cómodo y agradable por la cercanía con el público.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios