–Binómico ha tomado protagonismo en la promoción del turismo gastronómico en Iberoamérica. Desde su perspectiva en la SEGIB, ¿Cómo contribuye este evento al desarrollo económico sostenible de la región?

–Como indiqué en la sesión inaugural de Binómico, el turismo gastronómico tiene un impacto crucial en la economía de cualquier región, y en concreto en la iberoamericana, ya que constituye un motor de desarrollo de sus ciudades y territorios y de la propia “marca país” de los destinos turísticos en Iberoamérica.En esta edición de Binómico en la que nuestra querida Colombia ha sido país invitado de honor, la Secretaría General Iberoamericana (Segib) gracias al apoyo y financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha coordinado a lo largo del Congreso tres mesas redondas, que han tratado cuestiones tan interesantes como la gastronomía Iberoamericana como motor del desarrollo sostenible, la educación alimentaria y nutricional o los sistemas alimentarios sostenibles. En ellas han hemos profundizado la reflexión en torno a las tres temáticas y hemos extraído conclusiones que nos ayudan a los que trabajamos en el ámbito del desarrollo y, por supuesto, a la SEGIB en su trabajo cotidiano de Cooperación que tengo el honor de dirigir, a avanzar en nuestro afán por contribuir con el logro de los ODS en la región iberoamericana.

–Huelva es sede de Binómico. ¿Qué factores cree que hacen de Huelva un destino tan especial para el turismo gastronómico y qué papel cree que juega la ciudad en el contexto iberoamericano?

–La importancia de Andalucía en general y de Huelva en particular para el espacio iberoamericano, es innegable. La región de Huelva es un canal natural de comunicación entre Europa y América Latina, tanto por razones históricas, como por el diálogo estratégico entre nuestros países. No en vano, en 1999 la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de La Habana consideró a La Rábida como un “lugar de encuentro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones. Binómico es una clara muestra de este reconocimiento. Es un lugar de encuentro que aúna las sensibilidades de los países de Iberoamérica y aborda la gastronomía iberoamericana con un enfoque integral que explora la importancia de ésta como atractivo turístico y cultural, pero también su contribución con el desarrollo sostenible en la región y con la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Sólo una ciudad como Huelva podía ser el escenario de un evento tan interesante y enriquecedor.

–Hablando sobre la educación alimentaria y nutricional, ¿de qué manera considera que eventos como Binómico pueden servir como plataformas para promover hábitos alimenticios saludables y sostenibles entre la población?

–Somos lo que comemos: una alimentación inadecuada contribuye de manera importante a la creciente prevalencia de la malnutrición y/o de distintas enfermedades derivadas de dietas poco saludables, con las consiguientes repercusiones que esto tiene respecto del desarrollo las personas y de las comunidades a las que pertenecen. Un evento como Binómico que aborda la cuestión del aporte de la gastronomía al desarrollo de la región, es una herramienta fundamental para impulsar este tipo de reflexión, tanto a nivel institucional, como entre la ciudadanía iberoamericana. Así lo hemos visto en la mesa redonda sobre “Educación alimentaria y nutricional desde primera edad” en la que hemos coincidido en que, educar a la sociedad desde las primeras edades en el conocimiento de los alimentos y en la adquisición de hábitos alimentarios saludables supone invertir en el futuro de esa población. En otras palabras, una alimentación sana es una condición indispensable para mejorar la vida de las personas, e incrementa las posibilidades de desarrollo de cualquier individuo, no sólo desde el punto de vista nutricional y de salud, sino respecto del resto de facetas de su vida, ya sea intelectual, profesional, económica o familiar.

–En relación con la sostenibilidad, ¿Cómo percibe la evolución de los sistemas alimentarios en Iberoamérica y qué papel juegan eventos como Binómico en promover prácticas más responsables y sostenibles?

–En todas las regiones del planeta, incluida la iberoamericana, los consumidores –especialmente las nuevas generaciones– son cada vez más conscientes de la importancia de la sostenibilidad medioambiental. Esta nueva conciencia se traduce desde hace años en una paulatina introducción de mejoras respecto de las prácticas medioambientales en todos los sectores vinculados al sistema alimentario. Congresos como Binómico visibilizan de modo inequívoco el vínculo entre la gestión de los sistemas agroalimentarios y su impacto en la sostenibilidad medioambiental de la región. De nuevo, hemos tenido la ocasión de visibilizar ese vínculo en la segunda mesa redonda que la Segib coordinó el último día de congreso, titulada “Sistemas alimentarios sostenibles: respuestas desde la gastronomía a la crisis climática, de pérdida de biodiversidad y de contaminación”. Ojalá que en las próximas ediciones podamos volver a abordar este tipo de cuestiones y reflexionar sobre nuevas soluciones a los retos del desarrollo en la región.

–Desde su perspectiva, ¿Cómo se pueden integrar las tradiciones gastronómicas de Iberoamérica con programas educativos que promuevan una mayor conciencia nutricional? ¿Cómo ayuda Binómico a que se alcancen estos objetivos?

–Definitivamente, para lograr una conciencia nutricional entre la población de cualquier región, y especialmente en la iberoamericana, es fundamental considerar la cultura y las tradiciones alrededor de los alimentos, los platos y sus recetas, los ingredientes autóctonos en cada zona. Es fundamental inculcar a los ciudadanos iberoamericanos desde su infancia el conocimiento sobre alimentos, preparaciones, ingredientes y conocer el valor que estos aportan a una dieta balanceada. Este año, al igual que los anteriores, Binómico nos ha dado la ocasión de conocer de primera mano experiencias que ponen en valor tradiciones culinarias de distintos países de Iberoamérica como Colombia, Perú, Guatemala, Costa Rica o Ecuador, entre otros, y su contribución a una dieta sana y equilibrada. Del mismo modo, en la mesa de sostenibilidad sobre “Educación alimentaria y nutricional desde la primera edad” hemos intercambiado sobre los distintos mecanismos para integrar esta tradición en los programas educativos dirigidos a niños y niñas de la región.

–Para finalizar, ¿Qué consejos o recomendaciones daría a aquellos viajeros que buscan una experiencia gastronómica auténtica y significativa en Iberoamérica, y en particular en Huelva durante Binómico?

–A un viajero que visite cualquier país iberoamericano le diría que esté abierto a nuevos sabores y deguste los platos tradicionales de cada país. Que visite los mercados y se empape de la cultura gastronómica local a través de sus productos y preparaciones: Iberoamérica es una de las regiones más ricas en ingredientes, platos y en fusión de culturas gastronómicas. Así lo han demostrado los muchos cocineros que han visitado Huelva este año para presentar sus propuestas en Binómico. Además, es uno de los pocos congresos a nivel mundial que sale a la calle para que el ciudadano de a pie pruebe todos los sabores de nuestra tierra, con las historias personales y de superación que hay en cada iniciativa; lo hace con clases de cocina, con bailes y con esta pasión tan nuestra de vivir la vida con alegría que nos caracteriza a los iberoamericanos.