Doble crimen de Cartaya

La venganza como telón de fondo

  • J.M.P.P., investigado por los asesinatos de Samuel Vizcaya y Manuel Granado, denunció que su madre fue apalizada en 2017 y que le quemaron el coche en 2018

J.M.P.P. muestra la alnohada ensangrentada tras la paliza que sufrió su madre.

J.M.P.P. muestra la alnohada ensangrentada tras la paliza que sufrió su madre. / M.G. (Cartaya)

El ajuste de cuentas se baraja como móvil del doble crimen de Cartaya, acontecido el Domingo de Ramos y que tiene a Manuel Granado El Sevillano como objetivo principal y al onubense Samuel Vizcaya como "víctima circunstancial". Sus cadáveres fueron hallados el martes 16 de abril en el pozo de una finca abandonada del camino de Los Bayos: uno presentaba múltiples golpes en la cabeza; el otro, fue ejecutado de un tiro.

Unas horas más tarde eran detenidos en Cartaya J.A.M.B. y J.M.P.P. Las fuentes de Huelva Información indicaron que todo venía de años atrás y apuntaban a distintos sucesos violentos acontecidos como caldo de cultivo para la comisión de un crimen que tiene la venganza como telón de fondo.

El 30 de julio de 2017, una vecina de Cartaya de avanzada edad fue ingresada en el hospital Infanta Elena de Huelva a consecuencia de las heridas que sufrió tras recibir una brutal paliza en su propio domicilio. Es la madre de J.M.P.P. Él mismo denunció los hechos ante este periódico y se fotografió junto a la cama ensangrentada donde fue abordada la mujer, que presentaba, según sus propias palabras, "dos brechas en la cabeza, la nariz rota y moratones en los ojos".

Los hechos tuvieron lugar sobre las siete y cuarto de la mañana de aquel domingo estival en la casa donde la mujer vivía sola. J.M.P.P. narró que los autores del ataque eran dos varones jóvenes que actuaron "a cara descubierta". Apuntó al robo como móvil, ya que encontraron la vivienda "patas arriba" y "registrada de arriba abajo" cuando llegaron, tras ser alertados a primera hora de la mañana por la Guardia Civil. Unas horas más tarde J.M.P.P. dijo que desconocía si finalmente los agresores lograron llevarse dinero u otros objetos. "Lo que si sustrajeron son los pendientes de mi madre, que se los arrancaron de las orejas".

El hijo de la agredida, ahora en prisión por el crimen de Cartaya, detalló que los atacantes saltaron "por la azotea desde una calle trasera de la vivienda, sorprendiéndola dormida en la cama", en cuyo cabecero "fue atada por las manos y el cuello con un pañuelo". Posteriormente fue "brutalmente golpeada en la cara, la cabeza y los ojos a base de fuertes puñetazos". Fue la madre de J.M.P.P. quien alertó a sus vecinos, asomándose a la ventana para pedir auxilio.

El vehículo de J.M.P.P. calcinado en mayo de 2018 en Cartaya. El vehículo de J.M.P.P. calcinado en mayo de 2018 en Cartaya.

El vehículo de J.M.P.P. calcinado en mayo de 2018 en Cartaya. / M.G. (Cartaya)

La familia denunció los hechos ante la Guardia Civil. Un día más tarde, la víctima de la paliza fue dada de alta en el hospital. Su hija precisó entonces que los agresores sustrajeron de la casa tres sobres con dinero que tenía escondidos en diferentes puntos: uno con más de 500 euros, otro con 400 y otro con 600, además de algunas joyas.

La mujer, según la hermana de J.M.P.P., sufrió derrame cerebral, fractura craneoencefálica, rotura del tabique nasal, daños en un ojo, cortes en una ceja, un pómulo dañado y hundimiento de las costillas, como consecuencia de los fuertes puñetazos que le propinaron tras atarla al cabecero de la cama por las manos y por el cuello con un pañuelo.

El jueves 31 de mayo del año pasado J.M.P.P. era víctima de otro ataque, esta vez contra su coche. El todoterreno Toyota Land Cruiser estaba estacionado en la puerta de su garaje cuando le prendieron fuego. Eran entre las 3:00 y las 3:30. Presentó denuncia ante la Guardia Civil de Cartaya y dos días más tarde del suceso lo contó a Huelva Información.

Aquella madrugada "numerosos vecinos se despertaron y salieron a la calle sobresaltados por las fuertes explosiones que desprendía el todoterreno mientras ardía", narró el ahora investigado por el doble crimen.

Inmediatamente, prosiguió, "sacamos un par de mangueras y cubos de agua, con los que no lográbamos extinguir del todo las llamas, hasta que llegó la Policía Local con un extintor, y posteriormente los bomberos, para acabar de apagar el incendio". Los daños en el vehículo han sido "cuantiosos", según J.M.P.P., ya que "aunque no ardió finalmente del todo, si quedó en situación de siniestro total; la parte más afectada por las llamas fue el motor".

Algo parecido ha pasado ahora con el coche de Samuel Vizcaya, que fue localizado parcialmente quemado en el viejo camino del cementerio de Huelva, hacia La Ribera.

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