Voces de Huelva

Juan Antonio Moreno Caro: "El IES La Rábida tiene que ser una referencia cultural en todo el país"

Juan Antonio Moreno Caro, director del IES La Rábida

Juan Antonio Moreno Caro, director del IES La Rábida / Alberto Domínguez (Huelva)

Este curso 2023-2024 será recordado para la provincia de Huelva en materia educativa. Los onubenses vuelven a ver el Instituto La Rábida en su máximo esplendor tras el proceso de reforma integral y modernización que comenzó el pasado 2020. Tras dos años y medio de arduo trabajo, este mes de septiembre los alumnos volvían a llenar de vida el icónico centro de estudios onubense.

El instituto más longevo de la provincia de Huelva reabre con la aspiración de convertirse, además, en todo un referente cultural cuando se cumplen 90 años de la construcción del emblemático edificio en la avenida Manuel Siurot. Ahora su director, Juan Antonio Moreno Caro, será quien lleve el timón de este nuevo capítulo en la historia del Rábida.

-¿Cómo ha vivido la comunidad educativa todo este tiempo de cambios en el centro provocado por las obras?

-Durante la reforma hemos tenido que adaptarnos repartidos en módulos y en el CEIP Tres Carabelas, con el que hemos compartido el centro de profesorado y las clases para parte del alumnado. Los estudiantes de la ESO estaban en las clases prefabricadas instaladas en las pistas del instituto Rábida y en el CEIP Tres Carabelas, Bachillerato.

A la hora de fijar los horarios y la coordinación con el profesorado y el equipo directivo, esta división de zonas era una dificultad añadida, porque cuadrar todo para que la mayor parte de los profesores estuvieran en un mismo sitio, se volvía casi imposible. Hemos tenido que tirar mucho de videoconferencias.

-Sin embargo, ha primado la cohesión y el compañerismo durante todo el proceso de transición

-Sí. Tanto alumnos, como padres, profesores y personal de administración y servicios han respetado mucho todo este tiempo de cambios en los que El Rábida ha estado en obras. Toda la comunidad educativa ha pasado la prueba con sobresaliente. El profesorado se ha tenido que sacrificar también mucho, porque el tener que compartir espacios con otro centro no siempre resulta sencillo, al igual que impartir y asistir a clases en módulos prefabricados no es igual de cómodo que hacerlo en un edificio. Además, tuvimos que adaptarnos durante la pandemia con esta situación, instalando mamparas de separación porque no había espacio... ha sido duro pero la verdad es que todos han puesto de su parte. El AMPA ha colaborado muchísimo y el Consejo Escolar del centro ha estado ahí para todo. La verdad es que hemos sido muy afortunados en ese sentido. Todo el mundo se ha adaptado.

-Esa adaptación de la comunidad educativa ha venido dada, en parte, por la necesidad imperiosa de poner a punto un centro de estudios con grandes desperfectos desde hacía años

-Así es. El edificio de antes y el de ahora no tienen nada que ver. Dar clases en El Rábida en 2019, antes de la reforma, llegaba incluso a ser peligroso. Sobre todo, los días de lluvia resultaban especialmente problemáticos, llegando a veces a evacuar a los chavales y a cerrar el centro, porque se originaban cascadas de agua cayendo de las columnas. Era muy difícil dar clase en esa situación. Llegó un momento en el que teníamos que hacer algo porque si no el edificio iba a colapsar. Otro de los problemas que teníamos eran los cerramientos, que eran de madera y estaban muy antiguos y deteriorados. Ahora mismo tenemos la última tecnología. 

Dar clases en El Rábida en 2019, antes de la reforma, llegaba incluso a ser peligroso. El edificio iba a colapsar si no hacíamos algo

-Las últimas obras realizadas en el IES La Rábida fueron en 1969, tras el terremoto

-Hay que pensar que este curso cumplimos 90 años y hasta ahora en este edificio solo se habían puesto parches. Nunca se ha hecho una reforma como la de ahora. Lo más parecido fue después del terremoto de 1969, cuando el centro se llevó cerrado casi 10 años. Volvimos en el 78 y se construyó un edificio para acoger durante ese tiempo al alumnado. Ese edificio es hoy en día el IES Alto Conquero. 

-Ahora, con la gran reforma, se ha aumentado también el número de clases y de alumnos

-Ha crecido notablemente el número de estudiantes y de unidades, contando además este año con un aula para personas con TEA. En total, por la mañana llegamos a tener por encima de los 800 alumnos de la ESO. Por la tarde tenemos primero y segundo de Bachillerato para Adultos y Educación Secundaria para Adultos (unos 900 alumnos). Este año se han sumado diez clases/unidades más porque, además, se ha optimizado mucho el espacio. Antes de las obras había clases tan grandes que parecían un campo de fútbol. Ahora el espacio de las aulas es más reducido, pero hemos ganado en módulos y en capacidad. El equipo docente, sin embargo, no ha crecido mucho. Somos alrededor de 68 profesores y esperamos seguir creciendo.

-Una de las cosas que más llaman la atención es la luz que hay en todo el centro

-La verdad es que está pensado para aprovechar al máximo los recursos naturales y hacer el mayor uso posible de la luz solar. Ahora el IES es mucho más sostenible, contando con sensores de luz. Por ejemplo, en los pasillos prácticamente no hay que encender nada. Algunos funcionan también con la luz ambiente, no pueden encenderse si hay demasiada luz natural. Se ha trabajado mucho en la sostenibilidad. 

El director del Rábida posa para la entrevista concedida a Huelva Información El director del Rábida posa para la entrevista concedida a Huelva Información

El director del Rábida posa para la entrevista concedida a Huelva Información / Alberto Domínguez (Huelva)

-Solo quedan por culminar las obras del pabellón, así como urbanizar las zonas aledañas

-Las pistas que tenemos, sobre las que se instalaron los módulos prefabricados, también tienen que adaptarlas, para adecuar el suelo de la zona y dejarlo como estaba en un principio. Pero el resto está terminado. Eso sí, aún quedan muchos detalles que vamos colocando día a día. Ayer nos instalaron la megafonía, aún tenemos muchas cosas en cajas en los despachos... tenemos que ir poco a poco. Cada día es un triunfo. 

-¿Qué supone ser director de un centro educativo único en nuestro país como es el IES La Rábida?

-Mucha responsabilidad, además, teniendo en cuenta la gran historia que tenemos detrás. Intentar no traicionar todo el bagaje que llevamos y prepararnos para los nuevos retos digitales y lo que venga, es complicado. Pero trabajamos con un gran equipo humano que facilita la tarea. Tenemos también un grupo de ex profesores y ex alumnos que nos ayudan y siguen formando parte de este centro. Ten en cuenta que El Rábida ha sido la columna vertebral de toda la provincia de Huelva durante 150 años. Es el más antiguo de la provincia. Hasta 1950 los alumnos que querían estudiar en el instituto desde cualquier parte de la provincia tenían que recalar en el Rábida. Entonces ahí surgían amistades, hermandades... de gente que en principio no tendrían por qué haberse conocido. Por eso, el material humano entre profesorado y alumnado ilustre que hemos tenido es enorme. 

El Rábida ha sido la columna vertebral de toda la provincia de Huelva durante 150 años. Es el más antiguo de la provincia

-Este instituto ha sido pionero en muchas cosas 

-En este instituto estudió la primera mujer con estudios de Secundaria de España, la onubense Antonia Arrobas. También nuestro profesorado fue el primero en implementar una formación profesional a los obreros de la zona. Lo hicieron además sin cobrar, doblando turnos. Trabajaban por las mañanas y daban estas clases por las tardes a esos obreros con planes de estudio sobre bodegas, minería...todo lo que tenía que ver con los sectores económicos de Huelva. 

Los primeros datos meteorológicos en la provincia de Huelva fueron recogidos por profesores de este instituto, de manera altruista, desde un laboratorio que ellos mismos crearon en el torreón. Los primeros registros del clima de la provincia también salieron de aquí.

-¿Qué es lo que más le llamó la atención cuando llegó a este centro?

-Sin duda, la calidad del profesorado. Gente con mucha cultura y un nivel educativo muy alto. Gente que estaba publicando libros, que hacía exposiciones de pintura... no sé si es que El Rábida atrae ese talento o es que cuando llegan a este lugar se inspiran. Lo cierto es que tenemos profesores impresionantes. Uno de ellos es Juan Carlos de Lara, premio de Poesía en Soria, a nivel nacional. Y él es solo uno de tantos. Además, desde que llegué me impregné de ese amor que los profesores le tenían al Rábida, así como a los que los habían precedidos. Todo eso daba un poco de congoja y claro, cuando vas conociendo, vas hablando y te vas dando cuenta de la responsabilidad que requiere, el respeto es grande. Pero también el orgullo.

-¿Qué reto se marca en un curso tan señalado como este? 

-Ahora mismo, empezar a funcionar con normalidad y después, una vez que ya todo esté rodado, necesitamos algo más. A medio plazo lo que quiero es que esto no sea solo una referencia como centro educativo, sino también como centro cultural. Que podamos devolver todo lo que la sociedad nos ha dado a lo largo de estos años y volver a repartirlo entre la provincia, Andalucía y otros lugares dentro y fuera de España. A partir del segundo trimestre la idea es organizar exposiciones, conciertos y conferencias en el instituto. Este va a ser el 90 aniversario y queremos hacer algo especial. Uno de los retos será crear la figura de miembro del claustro honorario e invitar a aquellas personalidades que han estudiado aquí o son de Huelva y conocen el centro para que pertenezcan a esa comunidad. El año se espera movidito en cuanto a agenda cultural. 

Los primeros datos meteorológicos en la provincia de Huelva fueron recogidos por profesores de este instituto, de manera altruista, desde un laboratorio que ellos mismos crearon en el torreó

-El archivo será 'la joya de la corona'

-Será la parte que albergue los tesoros más valiosos. Podrá ser visitable para el público en general, pero sobre todo, para investigadores. Aún no está operativo. El material sensible está ahora mismo custodiado por una empresa que los mantiene con unos índices de humedad y de temperatura necesarios porque tenemos libros datados del siglo XVII. Los fondos bibliográficos de esa época necesitan muchísimo cuidado. Ese archivo es parte del legado de Lorenzo Cruz de Fuentes que perteneció al Claustro del Rábida y donó su biblioteca después de fallecer. Tiene volúmenes muy valiosos. 

También tenemos en el fondo de archivo manuscritos de Juan Ramón Jiménez, como su examen de ingreso en el centro con una caligrafía excelente, ya que antes para poder acceder a estos estudios, que se hacían con 12 años, había que superar una prueba de ingreso.  Entonces era una prueba matemática, de dictado... y conservamos su examen. Una joya en sí mismo. 

-Toda la historia del Rábida podrá ser consultada en este espacio

-Todas esas actas, desde 1856, están atesoradas en archivo. Todo lo que ha pasado en el instituto se conserva. Prácticamente nada se ha perdido a pesar de las vicisitudes y teniendo en cuenta que hemos estado en cinco centros diferentes sin contar el Alto Conquero. El instituto empezó ubicado donde está la antigua iglesia de los Jesuitas con una historia muy curiosa detrás, que parte de nuestra relación con Diego de Guzmán y Quesada. Este noble, tras su muerte, quiso que se fundaran dos cátedras en Huelva para que pudieran estudiar los alumnos. Esas cátedras acabaron fundiéndose con el primitivo instituto Rábida. Así nació en 1856. El último profesor catedrático a cargo de la cátedra de Diego de Guzmán y Quesada fue el primer profesor del Claustro del Rábida. 

Esperamos que todo esto sea consultado por un público especializado pero independientemente de ello se harán exposiciones, al menos, un par de veces al año.

En el fondo de archivo tenemos manuscritos de Juan Ramón Jiménez, como su examen de ingreso en el centro, con una caligrafía excelente

-¿Qué es lo que más impresiona a los alumnos cuando llegan al "nuevo" centro?

-Siempre, en el instituto antiguo incluso, ellos se quedaban alucinados con los volúmenes, los recovecos, los espacios... pero esta vez, la entrada el primer día, aquel viernes 15 de septiembre, fue algo único. Resultaba mágico ver sus caras de asombro. Para ellos esto es como "un Hogwarts de Harry Potter" y empiezan rápidamente a perderse por todos los rincones y a deambular por cada esquina. El Palomar, por ejemplo, es una auténtica maravilla. Domina todo. Los cuatro puntos cardinales de Huelva. Estamos ante un tesoro patrimonial, cultural, educativo y humano sin igual.

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