Constitución de los ayuntamientos

Cruz coge el bastón con la promesa de liderar "el mandato del diálogo"

  • Debuta anunciando "cambios de gran calado" y un "Gobierno abierto para devolver el poder a la sociedad onubense". La creación de empleo, "prioridad absoluta" de su gestión.

"Comienza un nuevo ciclo en este Ayuntamiento que, sin duda, va a suponer cambios de gran calado en la vida de nuestra ciudad". Huelva tiene ya por alcalde al socialista de fe que ayer hizo gala de su fama de melómano tirando de Bob Dylan en su discurso de investidura: "No importa cuán duro sea el camino, sólo muéstrame dónde empieza". 

Gabriel Cruz Santana toma el bastón del Consistorio de la capital onubense tras 20 años de Gobierno del PP. Un relevo del que hubo metáfora musical, el contraste con el folklore periquista, porque la alusión del socialista a What can I do for you (¿Qué puedo hacer por ti?) se solapó con lo que sonó a continuación a plena solemnidad: el himno de Huelva, la huella de su antecesor. El periquismo fue como una presencia que, de una manera u otra, estuvo gravitando todo el tiempo en el salón de Plenos aunque el alcalde saliente, Pedro Rodríguez (PP), no acudiera a la constitución de la décima corporación de la democracia. Hubo quien escuchando el himno bromeó: "Perico ha dejado su esencia". 

Estuvo presente en el acto una nutrida representación institucional y política de la cuerda del PSOE, como los exalcaldes José Antonio Marín Rite y Juan Ceada, o los dirigentes Ignacio Caraballo, Mario Jiménez, Javier Barrero, Emilio de Llera, José Fiscal y, entre otros, Manuela de Paz o Petronila Guerrero; aparte de familiares, allegados y representantes de colectivos vecinales y sociales. Ambiente de expectación en la tormenta del cambio. Los visitantes incluso pudieron visualizar la sesión desde fuera del Salón de Plenos en un gran monitor instalado en el patio del Consistorio. 

Tras la constitución de la Mesa de Edad, que estuvo formada por Enrique Figueroa, de Ciudadanos, de 68 años; y Jesús Amador, de Participa Huelva, de 35; los 27 concejales del nuevo mandato tomaron posesión de sus cargos, ya fuera por promesa o juramento. Tomando el bastón de manos de Figueroa, Cruz fue investido regidor por los 11 votos que sumó la bancada socialista, frente a los 3 que aglutinaron los escaños de Ciudadanos, que fue la otra formación que presentó candidatura a la Alcaldía, en la persona de Ruperto Gallardo. Los 8 concejales del PP, encabezados por Ángel Sánchez tras la retirada del ex alcalde Pedro Rodríguez, optaron por abstenerse, eludiendo así presentar su propio candidato, algo muy gráfico de la tensa situación transitoria en la que se ven estos días los populares, hijos políticos del periquismo. Tanto IU como la Mesa de la Ría y Participa Huelva se decantaron igualmente por la abstención en la investidura. El PSOE, por tanto, gobernará en minoría, a falta de 3 concejales para la mayoría absoluta, ya que las conversaciones con IU para armar una coalición quedaron en agua de borrajas. 

Es la tercera vez que Huelva capital cuenta con un gobierno en minoría, pues ya se dio esta situación en la primera corporación (1979) y en el mandato de debut de Perico Rodri (1995). 

El nuevo alcalde defiende que esta circunstancia no tiene por qué afectar a la gobernabilidad, garantizando un escenario dialéctico. "El consenso, el diálogo y el debate no solo no me asustan, sino que forman parte de mi cultura personal y política", subrayó nada más empezar su discurso, haciendo referencia al talante que mantendrá con la oposición, los trabajadores de la casa y los agentes socioeconómicos de la ciudad, pero sin mostrar guiños concretos ni sin que en estos días previos se lograra materializar ningún acuerdo en las negociaciones con los izquierdistas. "El compromiso personal que pongo hoy encima de la mesa es que ésta será la legislatura del diálogo y la transparencia", destacó, abogando por "un gobierno abierto con el que devolver el poder a la sociedad". Una forma "más democrática" de "hacer política", dando "más protagonismo a los onubenses". 

En esta línea, el regidor entrante aseguró que una de sus obsesiones será "la participación", para lo que anuncia que pondrá en marcha diversos canales. "Nuestro reto tiene que ser recuperar a la ciudadanía. Y la solución no son solo los nuevos modos de comunicación, sino más sinceridad. Deseo que la gente vuelva a confiar en la política". Cruz incluso pidió a los ciudadanos "un cambio de mentalidad: no se les pide un favor a quienes os representa. Se les exige. Éso es lo que tienen que hacer los ciudadanos con su alcalde y sus concejales". 

En una intervención en la que se habló de empleo, urbanismo, economía, fosfoyesos y otras muchas cuestiones, no se mencionó al Recreativo. El socialista prometió actuar de forma inmediata para que la Junta de Andalucía construya el centro de salud "que tanto necesita Isla Chica" y, entre las primeras medidas, bajarse el sueldo un 10%, convocar la Mesa de Participación sobre los Fosfoyesos para abordar "urgentemente" la búsqueda de una solución; o incluir a Huelva en la Agrupación de Interés por las Infraestructuras, "no como una pose", sino para batallar en las instituciones "contra un déficit de comunicaciones que Huelva no puede seguir sufriendo". Capitalidad y liderazgo de Huelva como motor de la provincia fueron otros de los conceptos que vertebraron su comparecencia. 

El primer edil del PSOE volvió a incidir en que no estará en la Alcaldía más de ocho años, en que será "el alcalde de todos y de todas" y que no habrá competencia que considere impropia porque hará suyos "todas las preocupaciones y anhelos de los onubenses". Marcó como "absoluta prioridad" la creación de empleo, lo que ligó, entre otras estrategias, a la sinergia con los sectores productivos de la provincia (no se posicionó expresamente sobre la industria química) y la estrecha cooperación con el Puerto y la Universidad. "Juntos somos más fuertes". Apeló a que "sobran razones" para que la meta más urgente del Ayuntamiento sea la batalla contra el paro. "Concretamente 18.884 razones. Detrás de este número -argumentó- hay sueños, miedos y deseos por cumplir. Y yo quiero contribuir a que se cumplan. Hoy firmo ese compromiso". 

Cruz apuntó a que, a la hora de materializar sus promesas, no hará de la deuda que hereda del PP "una excusa ni un obstáculo. No es un secreto que la situación del Ayuntamiento no es buena y que se requiere una economía de guerra. Pero ante esta dificultad, tenemos que generar economía de la ilusión, porque estoy convencido de que con esfuerzo y trabajo -recalcó- se puede subsanar la situación". 

En esta vertiente, el mandatario del PSOE empezará por varios gestos que tendrán su traslación al Pleno orgánico del Consistorio con un primer paquete de medidas de ahorro: aparte de la anunciada reducción de su sueldo, dejará en tres las tenencias de alcaldía (el PP llegó a tener 9 en el último mandato), sonando para estos puestos Elena Tobar, Pepe Fernández y María Villadeamigo. Cruz bajará un 20% el gasto en asesores y prescindirá de la externalización de los contratos referentes a servicios que puedan ser desarrollados por personal propio del Ayuntamiento. Se eliminará la seguridad privada del alcalde. "Quiero transmitir mi confianza en que la situación económica del Ayuntamiento -insistió- con gestión se vence. Y los compromisos, con trabajo y con rigor se cumplen". 

En el frente urbanístico, aludió a la necesaria revisión de los proyectos estancados en la crisis (Isla Chica, Ensanche, Manuel Lois, etc) para recuperar los espacios muertos de la ciudad y "construir una Huelva amable y transitable". 

Apostó por acuñar una "nueva cultura" desde el Ayuntamiento, fuente de riqueza, empleo y promoción turística que rentabilice "nuestro enorme caudal de creatividad", un concepto de lo cultural "en el que no se separe lo tradicional de lo moderno. Vamos a convertir a Huelva en capital cultural". Otra meta en esta órbita: relanzar el vínculo iberoamericano. 

Al final de su discurso, Cruz tuvo palabras de reconocimiento a su antecesor, trasladando a Pedro Rodríguez toda su "consideración y respeto" y poniendo de relieve que "20 años de alcaldía no se regalan a nadie, sino que se ganan con servicio y sacrificio. Es de justicia -enfatizó- reconocérselo y desearle lo mejor. Hay que entender que esta mañana no esté aquí, porque él siempre está donde tiene que estar. Suerte, Pedro, alcalde de Huelva".

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