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Andalucía, una de las regiones con "mejor" gestión ambiental

  • El presidente de Adena, Francisco Díaz, advirtió de que no hay que "dormirse en los laureles" · También criticó el "sesgo antropocéntrico" en la conservación de la naturaleza

Los cinco seminarios que están teniendo lugar esta semana en la sede Iberoamericana de la Universidad Internacional de Andalucía continúan avanzando en el temario previsto. Uno de los cursos que mayor interés despierta entre el alumnado es el titulado 'Más allá del cambio climático: gestionar el cambio global', el cual contó ayer con la intervención del presidente de Adena en España, Francisco Díaz Pineda, quien aseguró que Andalucía está "entre las regiones que mejor gestión ambiental lleva a cabo", siendo "si no es la más avanzada está entre las primeras". Asimismo, el catedrático de Ecología apuntó que a nivel nacional "se tiene una impresión muy buena de Andalucía" en este ámbito.

Sin embargo, Díaz Pineda, quien se encuentra a cargo de la ponencia 'Cambios en el paisaje y en la biodiversidad', destacó que "nunca hay que dormirse en los laureles", ya que "nunca se puede decir que se han alcanzado los objetivos finales". Esto se debe, según el catedrático, a que la naturaleza experimenta "una continua renovación de los problemas ambientales".

Junto a esto, el ponente denunció la existencia de "un sesgo antropocéntrico en la idea de la conservación de la naturaleza". De esta manera, indicó que "la conservación de la biodiversidad no consiste en mantener especies que nos gustan mucho", ya que ésta "es un caudal de soluciones que da la vida para permanecer en el planeta con vida el mayor tiempo posible". Y de esos "componentes de vida", continuó, "algunos nos llaman especialmente la atención por su tamaño, apariencia o rareza", de ahí que a la hora de elaborar campañas suelan aparecer "fotografías de águilas reales o linces y no de mosquitos".

De esta manera, declaró que "conservar la naturaleza es mantener algo que se desea", entre otras razones, porque estas especies "producen gran respeto o admiración". Así, aseguró que consideramos a estos animales "objetos de consumo humano de carácter espiritual". Al hilo de esto, Díaz Pineda afirmó que "las religiones tienen mucho que ver" en esta materia, a causa de "lo que nos han enseñado sobre el dominio de la naturaleza", puesto que, a su juicio, "parece que los animales y las plantas han sido creados para el servicio nuestro".

Por otra parte, el catedrático declaró que "existen tres razones" por las que "en los foros académicos se admite que la biodiversidad debe conservarse". La primera de ellas sería la causa ética. A este respecto, destacó que "no tenemos derecho a acabar con la vida de ninguna especie, al igual que con las personas". Sin embargo, Díaz Pineda afirmó que "nuestra vida depende de la vida de otros organismos", ya que el ser humano "no puede hacer la fotosíntesis". El segundo de los motivos es de índole "utilitarista o económico". A modo de ejemplo, relató que el ser humano "utiliza maderas y pieles", elementos que son puestos en el mercado. De esta manera, el ponente señaló que "si dependiéramos de un número reducido de especies" y fueran atacadas por plagas, "no tendríamos esas reservas". Por último, se encontraría la razón científica", que se encuentra fundamentada por el estudio de la "gran diversidad heterogénea" de especies y ecosistemas existentes en el planeta.

A lo largo de su ponencia, Díaz Pineda trató los temas del paisaje y la biodiversidad como referencia para hacer un seguimiento del cambio global. Así, el catedrático indicó que centró su intervención en explicar "qué hay debajo" de estas ideas para "comprender los efectos en ambos objetos". Asimismo, trató de reflejar "que en la naturaleza todo cambia de forma natural en ausencia de perturbaciones humanas", por lo que afirmó que "si nos empeñamos en conservar lo que hoy tenemos, dejaremos de tener lo que tendríamos mañana por haber interrumpido un proceso que es dinámico", y que podría ofrecer aspectos positivos en el futuro.

Junto a esto, el catedrático resaltó que , en lo referente a las cuestiones ambientales, "hay que atender el proceso científico y conceptual para saber qué se hace". De esta manera, indicó que uno de los objetivos de su intervención es "poner de relieve las tripas de todo esto para que la gente actúe en consecuencia, y que sus acciones se basen en el conocimiento".

Por otra parte, apuntó que la presencia del ser humano en el planeta "tiene una serie de características a las que no podemos renunciar", entre las que destacó "el consumismo", así como que el hombre "consume una gran cantidad de energía no alimentaria". De esta manera, Díaz Pineda cifró en "tres mil kilocalorías" la cantidad de energía que obtiene el ser humano, mientras que en la no alimentaria la cantidad es mucho mayor. Al hilo de esto, el catedrático afirmó que "se acaba el agua caliente en casa y es un trauma", ya que "no estamos dispuestos" a vivir sin ella. De esta manera, el ponente opinó que "estamos confundiendo el nivel de vida con la calidad de vida", y ésta con los presupuestos de la sociedad del bienestar.

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