Pastora Soler convertirá el próximo 22 de octubre el Wizink Center de Madrid en un "teatro" para ofrecer un concierto que será el broche final de la gira de su último disco, Libra, que ya le ha llevado a actuar en Barcelona, Sevilla, Málaga o Mérida.

Será la segunda vez que actúe en el Wizink Center, tras más de 30 años de trayectoria profesional. Su primera vez en el recinto madrileño fue en 2018 después de su "retiro". "Esa gira fue increíble. Era recoger un poco todo ese cariño de tanta gente que me recibió después de esos años de retiro con los brazos abiertos", ha señalado en una entrevista con Europa Press.

En relación con Libra, la cantante dice orgullosa que el álbum ha cumplido el "objetivo". "Es muy difícil que saques un disco y casi todas las canciones las cantes en directo, y con este disco se ha cumplido", ha explicado. "Ha sido una gira muy bonita y muy especial", detalla.

"A mis conciertos a veces vienen familias enteras"

La artista ha agradecido el cariño que le brinda el público y cree que se debe a que la gente la ha visto "crecer". "A mis conciertos a veces vienen familias enteras, desde los pequeños hasta los abuelos. En general, la gente me demuestra mucho cariño", ha apostillado.

Actualmente, Pastora Soler confiesa que se siente en un momento de "seguridad y fortaleza" en el que se siente "muy mujer". "Estoy en uno de mis momentos de más empoderamiento", subraya. Durante la entrevista, la artista afirma que los días de promoción se han convertido en días de "descanso", pese a que aclara que son jornadas de "mucha intensidad", pero añade que realmente trabaja cuando está en su casa con sus hijas.

"Lo de ser madre trabajadora es mucha tela, además teniendo a dos hijas en edad escolar. Se hace duro. Por eso quiero poner en valor que el trabajo de madre trabajadora es muy duro", ha sentenciado.