Aunque el bloqueo a la formación de Gobierno mantiene encallada la convocatoria del congreso del PSOE, cargos que apoyan a Pedro Sánchez y otros que están alineados con el sector crítico dan por hecho que tendrá un rival que le hará sombra para aspirar a la Secretaría General.

Los socialistas tienen previsto convocar su 39º Congreso Federal una vez que se constituya el nuevo Gobierno. Tras meses de desencuentros entre Sánchez y algunos barones de peso, y tras el empeoramiento de los resultados de las dos elecciones, la división en el partido se ha consolidado. "Va a haber un choque de dos modelos de planteamiento del partido", vaticina un cargo de una federación crítica, que considera que tiene que haber un cambio de liderazgo que enderece el rumbo. Según su análisis, desde que Sánchez, al llegar a la Secretaría General en julio de 2014, empezó a tomar decisiones sobre las que discrepaban algunos barones, "se ha alejado cada vez más de ellos" al punto de ser impensable la reconciliación.

Los que respaldan al líder también asumen que "hay un sector decidido a plantar batalla". Pero advierten que "quienes tienen que perder, dudan, porque abrir una guerra a nivel federal también es abrirla en cada federación, por lo que no les va a salir gratis".

Aunque guarda silencio, todas las miradas apuntan a Susana Díaz como la candidata llamada a dar el paso. "Están de acuerdo casi todos. Si ella toca el pito, van todos detrás", presagia un histórico del PSOE. La discreción de Díaz responde a que está "expectante", pero no quiere que se vea que interfiere en la postura de la dirección sobre Rajoy. "Tiene hermanos mayores, como Felipe (González) que le hacen el trabajo y no tiene que gastar energía", añaden. La incógnita es si en la elección pesará más la simpatía de las bases, que son las que votan en las primarias y que se inclinarían por Sánchez, o la influencia de los aparatos de las federaciones, donde el peso de Andalucía daría ventaja a Díaz.