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Diez momentos en los 234

  • El récord goleador de Messi con el Barcelona engrandece al futbolista con mayor evolución en su capacidad de definir · Las comparaciones con Maradona, ineludibles

El millar de goles de Pelé está aún lejos, pero con sus tres tantos del martes Leo Messi concretó todo un hito: se convirtió en el máximo goleador de la historia del Barcelona con 234 tantos, superando en dos los marcados hasta ahora por el legendario César.

Y entre el gol 1 y el 234, el último de un nuevo hat trick en el triunfo por 5-3 ante el Granada, la evolución de Messi asombra en más de un sentido, porque a sus 24 años es ya dueño de un repertorio de definiciones para todos los gustos.

En los más de seis años que estuvo asentado en el primer equipo, la Pulga no sólo se consolidó como la figura más preponderante de la era dorada del club azulgrana, sino que expuso un enriquecimiento en los últimos metros envidiable para sus colegas.

El argentino pasó de ser en sus inicios un extremo pequeño, ágil y con una definición exclusiva con su pierna zurda a confirmarse como delantero centro, goleador y efectivo tanto con la zurda, la diestra, la cabeza, el pecho, la mano... Todo comenzó con aquel primer gol oficial, contra el Albacete, con asistencia de Ronaldinho y definición exquisita por encima del portero, parecido a su segundo tanto del martes, que le permitió superar a César. Pero Messi no sólo se destacó por ser el máximo anotador de su equipo en toda la era Guardiola, sino por ser el eje de las victorias más importantes de los últimos cinco años del club: figura y goleador en innumerables clásicos contra el Real Madrid, autor de tantos en dos títulos de Liga de Campeones y protagonista de proezas técnicas ante rivales de enorme nivel.

El archivo goleador de la Pulga encuentra como una de sus mayores víctimas nada menos que al capitán del actual campeón del mundo, Casillas. El argentino inició su consagración como verdugo del guardameta del Madrid en el famoso triplete del 3-3, en marzo de 2007 y tuvo acaso su punto culmen en el golazo en las semifinales de la última Liga de Campeones.

Con el paso de las temporadas, se registró la evolución en la definición del argentino. Tal avance estuvo acompañado por la reubicación táctica gestada por Guardiola y la confianza plena depositada en Messi como la máxima referencia goleadora del equipo.

Messi también alimentó el baúl de los mejores goles de la historia del fútbol español. Su tanto ante el Getafe, en abril del 2007, sirvió como espejo contemporáneo del mítico gol de Maradona contra Inglaterra en 1986 y no hizo más que incrementar el flujo de comparaciones entre los dos astros del fútbol argentino. La Pulga también anotó un gol con la mano ante el Espanyol, obra también representada en el pasado por el Pelusa.

La gran bisagra de la trayectoria goleadora de Messi coincidió con la goleada histórica del Barcelona por 2-6 contra el Madrid, en mayo de 2009. El 10 del Barcelona apareció en escena para romper todo tipo de estadísticas. El 16 de enero del 2010, Messi se transformó en el jugador más joven de la historia del Barcelona en alcanzar los 100 goles. El 1 de noviembre de 2011, Messi anotaría el gol número 200 ante el Viktoria Pilsen en la Liga de Campeones. Un nuevo centenar de goles en menos de dos años.

A su vez, las grandes citas le ayudaron para exponer su enorme repertorio de recursos, así como su capacidad de cargarse el equipo al hombro en los momentos clave. Brilló con un gol de cabeza en la final de la Liga de Campeones 2009 contra el Manchester United y deslumbró con su tanto de pecho ante Estudiantes de la Plata en la final del Mundial de Clubes de la misma temporada.

Ya son 234 sus goles con la camiseta azulgrana, y lo que está por venir promete: aunque pueda sonar a imposible, más y mejor fútbol del genio Messi.

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