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Desaparecido en cuerpo y alma

  • El Recre pierde un partido víctima de su nulidad en defensa y en ataque Sometido a una inteligente presión física del Alavés, su centro del campo desapareció y con él las ocasiones

Desaparecido en combate. El Recreativo salió al Nuevo Colombino para lucirse y gustarse con una alineación plagada de jugadores desequilibrantes y creativos, capaces de permitir al equipo ser dueño y señor del balón. El once inicial albiazul contaba en sus filas con jugadores como Montoro, Álvaro Antón, Arana, Linares y Joselu. Pero el deseo se esfumó y no fue el único. El equipo de Sergi Barjuan no existió y si lo hizo careció de personalidad, vagó sin rumbo por el césped, totalmente desfigurado, y también anulado por el Alavés. El rival se olvidó por un momento de su condición de colista y se plantó en el campo sin complejos, valiente y desafiante, con unas líneas adelantadas y ejerciendo enorme presión en el centro del campo. Incluso con el 0-2 a su favor, cedió terreno al Decano, pero éste siguió en su línea de no hallar el camino hacia la meta contraria.

Defensa

Un equipo perdido es un equipo vendido. El Alavés fue consciente del aturdimiento de su rival y tras dar un paso al frente y persistir en su presión física, aculó al Recreativo, que en lugar de defender desde el centro del campo, se desquitaba de las embestidas rivales desde el borde del área.

Ataque

Nulo y el poco que hubo, nada amenazante. El esquema inicial de Sergi Barjuan planteaba la apuesta por un juego de toque, sin embargo, el que se apoderó del balón fue el Alavés para desquicie aún mayor del Recre. Su estrategia fue adelantarse en el césped y anular el centro campo albiazul, que sólo mostró corazón (Jesús Vázquez). No hubo lugar a la inspiración de Antón y Montoro, ahogados entre una zaga vitoriana firme y contundente. De este modo, el equipo onubense no encontró salida, fue incapaz de construir ocasión alguna. Con el 0-2 a su favor, el Alavés quiso defender este balsámico resultado y se echó atrás y cedió el balón y el terreno del juego al Decano. Ahora sí tuvo el balón pero fue de mentira. Pudo llegar tres veces a puerta pero para nada aceleró el corazón de la zaga rival ya que sus incursiones fueron sin transcendencia.

Virtudes

Jugadores muy cuestionados permanentemente como Zamora y Ruymán mantuvieron el tipo y cumplieron su cometido en el centro de la zaga albiazul.

Talón de aquiles

La responsabilidad parece pesar en el plantel albiazul. La Liga se encuentra en su último tramo y es ahora el momento en el que el Recreativo debe mantener la mente más fría y el corazón más latente para poner fin con brillantez a una temporada en la que ha gozado de una privilegiada posición desde su comienzo. Sin embargo, es ahora cuando el equipo se muestra más descompuesto, tanto mental como físicamente. No encuentra el camino a seguir y, lo que es más importante y preocupante, la calma ni la confianza para enderezar el rumbo. Su imagen sobre el terreno de juego parece difusa, irreconocible, ilegible. Y por si fuera poco, el entorno no ayuda en absoluto. Todo lo contrario, se empeña en crear discordia.

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