Andaluzas 22M

La euforia del debate lleva al PP a ver la remontada

  • Rajoy ensalza que Moreno estuvo "como presidente" y alaba su estilo frente a la actitud bronca y agresiva de Susana Díaz

Chispea a las puertas del pabellón de deportes de la Universidad de Málaga. Aun así, grupos de estudiantes veinteañeros juegan al fútbol-sala o entrenan ajenos a la cola de autobuses que se está formando. Juanma Moreno actúa en su ciudad y el partido se ha volcado para que no haya un hueco libre, aunque alguno queda. Desde más de una hora antes de que comience el mitin las gradas ya están casi llenas y los más fieles comienzan a corear el "a por ellos, oé". Estamos en un recinto deportivo y la afición local, unas 3.000 personas, está volcada porque el día anterior su equipo se ha clasificado para la final tras una clara victoria en el debate. Hay ambiente de ilusión y esperanza en las gradas, que ven que el chico de la cantera le puede dar las mismas alegrías que los descarados jóvenes del Málaga de Javi Gracia le están brindando en La Rosaleda. La cantera, ese orgullo local.

Claudio, malagueño de la capital, pasea entre las sillas con un cartel en la mano que dice: "Hemos visto una candidata prepotente, embustera, ordinaria, maleducada y torpe. Las mujeres andaluzas no son así". A Claudio está claro que no le gustó Susana Díaz el lunes. Está indignado y considera que la aspirante socialista utiliza la misma técnica que Artur Mas, "se envuelve en la bandera, pero los andaluces no atacamos a Cataluña", afirma. Su candidato le gustó, aunque "le faltó pique, estuvo poco agresivo". A su lado, varios hombres discrepan porque "Juanma estuvo en el corte del PP, somos gente educada y elegante". "Ella estuvo barriobajera", tercia otro vecino de silla, y remata que "yo no hubiera aguantado". En esto entran Juanma Moreno y Mariano Rajoy y el pabellón explota.

El debate, como ocurriera la semana pasada, ha vuelto a cargar las pilas de los populares. Ven cerca, o eso dicen, el triunfo y se lanzan a degüello a por él. Eso sí, con educación, palabra mágica desde que Juanma Moreno le aguantase el tirón en TVE a una Susana Díaz a la que su carácter jugó una mala pasada. Estamos en un recinto deportivo y por ello el juego limpio es clave. En las paredes, de hecho, cuelgan carteles que hablan de juego limpio y de que hacemos equipo. El candidato insiste en ello, porque "soy capaz con mi equipo de crear medio millón de oportunidades en Andalucía". Es casi la única referencia del mitin que se sale fuera del guión. Porque el guión manda debate.

"Juanma, ayer ganaste el debate", señala Rajoy, "y estamos orgullosos de ti". Al presidente se le nota a gusto con el candidato y eso que ayer el gallego no tuvo su mejor día. Pero el líder popular quiere aprovechar la veta y destaca que "fuiste educado, correcto, respetuoso con el adversario como hay que ser, respetaste a los espectadores, fuiste demócrata, no entraste al trapo de nadie, dejaste hablar, no perdiste los papeles, te sabías los temas y el moderador no te tuvo que llamar la atención", clama Rajoy ante un enfervorecido público que prorrumpe en una ovación. "Fuiste el presidente", concluye y las gradas se extasían. Ni una sola vez necesita el gallego nombrar a Susana Díaz, pero toda la parroquia sabe que si uno ha hecho una cosa, la otra ha hecho la contraria y eso tiene loca a la afición. La estrategia pasa por mostrar a la verdadera Susana.

Juanma Moreno incide en que el lunes se vio a la presidenta real. En su mitin más entonado de toda la campaña, se ve que juega en casa, insiste en su argumento principal: "Quien no sabe escuchar, no sabe gobernar". Los populares atribuyen la actitud de la socialista a que los datos no son buenos para el PSOE y eso está generando una espiral de nerviosismo. Ese es el argumento principal, si bien hay quien piensa que Díaz se ha lanzado a movilizar su voto de la forma en la que mejor lo sabe hacer el socialismo andaluz, dando leña.

Ese mal estilo de juego es el que el candidato popular destaca porque "se vio que cuando hay que comportarse como presidente no se está a la altura". Moreno incrementa la presión ofensiva y critica a su rival socialista por querer apropiarse del sentimiento andaluz en su discurso, por acudir a la victimización como estrategia para denostar al contrincante. "Andalucía es mucho más que ella o yo", exclama entre aplausos, "Andalucía no es un instrumento electoral para manosearlo ni se es más andaluz por envolverse en la bandera para pelearse con todos", termina.

Llega el turno de pedir el voto. El candidato popular insiste en que el objetivo está cerca, en que votar cualquier otra cosa que no sea PP es perpetuar al socialismo y pregunta al auditorio "¿cuántas veces hemos soñado con el cambio?". La masa responde enfervorecida y el candidato aprovecha para sacar los pactos con otras formaciones, a las que dice que "respeto" pero que sólo servirán para perpetuar el socialismo.

Rajoy es más duro y, por primera vez en la campaña nombra a todos los minoritarios por su nombre. "Si votas a IU seguirá el PSOE, si votas a Podemos también", y así también con UPyD y Ciudadanos. El presidente ha hablado del partido de Pablo Iglesias por primera vez a cinco días de las urnas y lo hace para insistir en el discurso de que todas las opciones que no sean el PP sólo servirán para "apuntalar al socialismo".

Termina un día grande para los populares, otra jornada de sabrosa resaca de los debates. Quedan tres días de campaña. ¿Serán suficientes?

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