Opinión

Primarias y plaza de Colón

  • El indulto a los dirigentes del 'procés' sobrevuela sobre la elección del PSOE andaluz, aunque la militancia se sitúa siempre más a la izquierda que su electorado

Rosa Díez, organizadora de la manifestación de la plaza de Colón del 13 de junio.

Rosa Díez, organizadora de la manifestación de la plaza de Colón del 13 de junio. / EFE

No fueron unas primarias, sino un congreso donde cada delegado tenía derecho al voto. Se elegía al secretario general del PSOE. José Luis Rodríguez Zapatero ganó en julio de 2000 la votación a José Bono por sólo nueve votos. Algunos de los apoyos que Rosa Díez llevó a ese congreso se tornaron en zapateristas; la política vasca se fue del PSOE, fundó UPyD, y es quien ha convocado a Vox, PP y Ciudadanos para manifestarse el 13 de junio en la plaza de Colón. Ese domingo 13 de junio, a la vez que España está atenta a quién se sube al altar de sacrificio de las derechas españolas -la última víctima fue Albert Rivera-, los socialistas andaluces elegirán en primarias a su nuevo secretario general. El posible indulto a los líderes del 'procés' sobrevuela en esta convocatoria.

El comité de garantías del PSOE de Andalucía ha ratificado este sábado las tres candidaturas, las de Susana Díaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro. Por obligación estatutaria, Díaz deja de ser durante estas dos semanas la secretaria general del partido, ha delegado todas sus funciones en su número dos, Juan Cornejo. Comienzan dos semanas de campaña que, en realidad, son una continuación de lo visto hasta ahora, aunque con algunos matices.

Juan Espadas comienza su campaña este domingo en Dos Hermanas, una ciudad talismán para los sanchistas. Fue allí desde donde Pedro Sánchez inició una campaña que le llevaría a ser secretario general del PSOE y, después, presidente del Gobierno. El alcalde de la población, Francisco Toscano, sanchista de esa primera hornada, ha estado un tanto distante de los primeros movimientos de Espadas, y es que el candidato ha tenido que lidiar durante estos días con el complejo mundo de las rivalidades dentro de su partido. El apoyo de Toscano es el respaldo de los pata negra de Pedro Sánchez. Juan Espadas pasa por ser el candidato de Ferraz, el preferido del presidente del Gobierno y, por eso, las primarias socialistas también tienen una derivada nacional.

Si Susana Díaz le ganase a Espadas, los críticos de Pedro Sánchez en su partido y en la oposición tendrían nuevos argumentos para intentar derribarlo.

Hay quien sostiene que el indulto a los dirigentes del 'procés' beneficiará a Susana Díaz e, incluso, hay quien apunta que Pedro Sánchez retrasa la medida para no perjudicar a Espadas. ¿Quiénes son esos quien? En realidad son opiniones que se expresan en los medios de comunicación por parte de comentaristas políticos que, en el mejor de los casos, citan fuentes anónimas, pero lo cierto es que pocos creen en el PSOE andaluz que la militancia dejará de votar al candidato Espadas para enviar un mensaje a Pedro Sánchez sobre Cataluña. Algunos susanistas lo pueden pensar, pero la candidatura de la ex presidenta confunde bastante al elector socialista con el afiliado al partido.

Eso ya le ocurrió en las primarias que perdió contra Pedro Sánchez. Iba a Barcelona y se la comían a besos señoras que podían ser andaluzas, pero no militantes del PSC. La militancia socialista es más de izquierda que su electorado. Al menos en su discurso, Borrell era más de izquierdas que Almunia, Zapatero que Bono y Sánchez que Susana Díaz. 

Susana Díaz no ha querido dar su opinión sobre los indultos. Hasta en tres ocasiones, los periodistas le preguntaron por ello este jueves en el Parlamento y la respuesta fue la misma: "Eso es una competencia del Gobierno". Como apunta uno de los críticos con la ex presidenta, el antisanchismo de Díaz ya es conocido, nadie va variar de voto por los indultos, aunque la candidata sí juega con una ambición que es atractiva, la de la autonomía del PSOE. Ya amagaron los susanistas con convertir al PSOE-A en el PSC, que es un partido diferente, aunque integrado en el federal. Eso provocó, a la postre, la salida de Mario Jiménez, portavoz parlamentario entonces, del núcleo de la ex presidenta.

Juan Espadas sí ha respaldado al Gobierno en este asunto. No con un apoyo al indulto, pero sí a la decisión que, finalmente, se adopte en función de todos "los elementos políticos y jurídicos". También lo apoya Izquierda Socialista, que anunció su respaldo a Espadas como candidato.

A diferencia de la campaña de Espadas, que huye de cualquier tipo de ataque, la de Díaz sí va dejando mensajes dirigidos a los lazos de su contrincante con Ferraz. "Veo al PSOE-A como el tronco del PSOE, no como una sucursal", dijo este semana en Aguilar, donde también soltó esta perla: "Vamos a poner al frente del partido a los mejores y no a los más pelotas". Una curiosa referencia de quien es la secretaria general de la organización desde que José Antonio Griñán le cedió el liderazgo.

Susana Díaz está volcada en lo que puede ser su última campaña. A razón de cuatro o cinco municipios al día, está realizando actos pequeños, en Casas del Pueblo, sin grandes convocatorias. A Espadas no le resultará fácil ganarle.

Si se tiene en cuenta los apoyos por agrupaciones, el alcalde de Sevilla ganará las elecciones con contundencia en Jaén, Granada, Huelva y Cádiz, mientras que Díaz vencerá en Almería y Córdoba. Sevilla y Málaga, que son junto a Jaén la de mayor número de afiliados, están muy empatadas. Aun así, los partidarios de Espadas creen que ganará con un margen amplio y que no será necesartia una segunda vuelta una semana después del 13 de junio.

 

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