Elecciones Andalucía

Al PP se le cierran las puertas del paraíso y pide "honestidad" a IU

  • Rodríguez lamenta que Huelva validara "el voto del miedo" que sembró el PSOE.

Esta vez fueron ellos los que vieron el paraíso desde la otra esquina. "Ellos han usado el voto del miedo, que es lo único que han sabido hacer toda la vida", esgrimió el cabeza de lista del PP de Huelva, Pedro Rodríguez, cuando la noche abortó las expectativas de El cambio andaluz. Acertó el socialista Mario Jiménez cuando avisaba de que las encuestas estaban dando "mucho incienso" a Javier Arenas, que estaba vendiendo la piel del oso antes de cazarlo. Un conato que dejó ayer a los populares con la miel más amarga en los labios. A Huelva la cortejó El camino seguro, con una ventaja de 11.132 votos en la provincia a favor del PSOE.

En una noche de máxima tensión, el escrutinio onubense no dio ni un minuto de tregua al espejismo de la victoria azul. El cuartel general en el NH Luz se contagió del resabio más decepcionante para la candidatura encabezada por la triada de alcaldes, Rodríguez (Huelva), Loles López (Valverde) y Manuel Andrés González (Lepe). En calidad de presidente provincial del partido, éste último lanzó un mensaje a Izquierda Unida: "Los andaluces quieren un cambio de Gobierno e IU, por honestidad, debería dejar que gobernara el PP, que ha sido la fuerza más votada en Andalucía en estas elecciones autonómicas". González destacó el escaño ganado en estos comicios, que hará diputado al portavoz popular de Ayamonte, Alberto Fernández; de la misma manera que subrayó que "el PSOE de Huelva ha bajado nueve puntos y el PP ha subido 3,5, ganando en ciudades tan importantes por su nivel de la población como la capital y Lepe".

Por su parte, el regidor de la capital (queda ahora más despejada la incógnita oficiosa sobre su continuidad en la Alcaldía) apeló al caso de Extremadura para instar a los izquierdistas en el mismo sentido. "IU critica mucho al PSOE y dice que es un partido corrupto, pero luego le da sus votos. IU es como un medicamento genérico, sale bueno y es más barato. Les pido que, si son honrados, no den sus votos a los socialistas. No obstante, nosotros seguiremos trabajando y ganaremos las próximas elecciones, tal y como hemos ganado éstas con 5.000 votos de ventaja en la capital".

Retrocediendo más de 25.000 votos respecto a las generales de noviembre, el PP de Huelva vio pasar ayer de largo el que hubiera sido su segundo triunfo electoral en esta provincia que sólo le fue infiel al puño y la rosa en el 20-N. Los sondeos avanzaban dos factores que son los que finalmente se han llevado el gato al agua: Huelva valora más positivamente a Griñán que a Arenas y rechaza de pleno las medidas de Rajoy. Entre los recortes y la reforma laboral, estos tres meses han sido letales para el pronóstico de un PP que a buen seguro hubiera conquistado el bastión andaluz si las elecciones se hubieran celebrado en paralelo. No han bastado los estigmas del paro y el escándalo de los ERE para cerrar ese circuito de la marea azul que hubiera dado a los populares un poder casi absoluto en España. Más ha calado el discurso de los efectos "perversos" que tendría la acumulación de poder de "la derecha".

La paradoja que ayer sellaron las urnas es como un jarró de agua helada para el PP de Manuel Andrés González: pese al importante avance desde las autonómicas de 2008, la travesía en el desierto no ha terminado. En la sede de El Punto se veía el oasis de cerca, y al PSOE mordiendo el polvo en el Conquero. La meta del PP se esfumó después de que el equipo de campaña recorriera 6.000 kilómetros peinando la provincia con dos banderas que no han calado suficientemente en el electorado onubense: la autovía Huelva-Cádiz y la reapertura de la mina de Riotinto. En esta última localidad, de hecho, han arrasado los socialistas, pese a que ésta fue una de las conquistas populares más significativas en las municipales de mayo.

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