Andalucía

La casa común de Juanma Moreno

  • El presidente de la Junta se abraza al fundador del Partido Andalucista, se come a Ciudadanos y elogia a Felipe González

Alejandro Rojas Marcos y Juanma Moreno, el pasado miércoles.

Alejandro Rojas Marcos y Juanma Moreno, el pasado miércoles. / José Manuel Vidal/EFE

Fue el ex vicepresidente Alfonso Guerra quien definió al PSOE como la casa común de la izquierda. Por absorber, se comió por fusión al partido de los socialistas de Tierno Galván, a los socialdemócratas de Fernández Ordóñez y a los comunistas disidentes que capitaneó Santiago Carrillo. El histórico secretario general del PCE, por respeto hacia su militancia comunista, se quedó fuera del PSOE, mientras empujaba a sus camaradas hacia el puño y la rosa. Juanma Moreno está construyendo ahora otra casa común, pero no del PP, del centro o la derecha, sino del morenismo, cuyo objetivo político es en sí mismo la trasversalidad. ¿Cuál? La de los 58 parlamentarios, la misma que la de las elecciones de junio.

El abrazo que el pasado miércoles recibió del fundador del Partido Andalucista, Alejandro Rojas Marcos, no tiene la repercusión electoral de la absorción de facto de Ciudadanos, pero el calado histórico es mayúsculo. Prosigue su competición con el PSOE en la zona de transición entre la izquierda y la derecha, en esa trasversalidad que consiguieron los socialistas en Andalucía y que el PP de Javier Arenas denominó como "el partido de la tierra", por la identificación que los socialistas lograron con el proceso autonómico andaluz.

De Ciudadanos cabe decir lo que sostuvo Carrillo cuando dejó el PCE: discuten si lo entierran o lo embalsaman

De Ciudadanos cabe decir lo que Santiago Carrillo aseguró del PCE cuando lo dejó: están discutiendo si lo entierran o lo embalsaman. Cuando resta medio año para las elecciones municipales del 28 de mayo, el PP de Juanma Moreno ya ha absorbido lo que pudiera quedar del partido de Albert Rivera. Tanto críticos como leales con su anterior líder, Juan Marín, se han integrado en la nueva administración de la Junta como paso previo para militar en el PP.

Las dos ex consejeras Rocío Blanco y Rocío Ruiz están colocadas, los dos ex portavoces parlamentarios, Sergio Romero y Teresa Pardo, también, y el Juan propio Marín será el nuevo presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía. Sólo falta por situar a la ex presidenta del Parlamento Marta Bosquet, que por la institucionalidad de su anterior cargo no puede caer, pongamos por caso, en el desprestigiado Consejo Audiovisual ni en una delegación provincial de una Consejería.

Juan Marín es, por sí mismo, una casa común, ya que comenzó en Alianza Popular, siguió en el Partido Andalucista, fundó un partido localista en Sanlúcar, lideró a Ciudadanos en Andalucía y terminará en el PP. Aún no milita y, de hecho, sigue con el carné de Ciudadanos, pero no tardará en formalizar lo que es un hecho. Con Marín, el PP tendrá nuevos nombres para completar las 785 listas de los municipios andaluces, a la vez que elimina a una sigla competidora que podía hacerle perder votos, aunque éstos fueran inservibles para materializarse en concejales. 

El diputado malagueño Guillermo Díaz lidera la refundación de Ciudadanos, pero es difícil que los naranjas sean capaces de presentarse a las municipales en todo el territorio. Y eso en el mejor de los casos, porque a la vez que se intenta este reseteado del partido hay avanzadas conversaciones para volcar a buena parte de Ciudadanos en el PP a nivel nacional. Como diría Carrillo hoy, incineración o entierro.

Alejandro Rojas Marcos no trae consigo votos, pero termina por cerrar el error histórico del PP que, como heredero político de la UCD de Adolfo Suárez, se opuso al referéndum de la autonomía del 28 de febrero de 1981. Esto es algo que solventó Javier Arenas con motivo de la redacción y aprobación del nuevo Estatuto andaluz de 2007. El anterior dirigente de los populares andaluzas tuvo que esforzarse para convencer a Mariano Rajoy para que el partido apoyase un texto que era muy similar al nuevo Estatuto de Cataluña. En el último momento, aún hubo un grupo de dirigentes socialistas que intentaron radicalizar la redacción con el objetivo de que el PP tuviera que descolgarse y provocar otro 28-F. 

Juanma Moreno elogió a Felipe González en San Telmo, incluso ha valorado como positivo los "primeros 12 ó 13 años" del PSOE en la Junta

Rojas Marcos también fue un dirigente de errores históricos. En las primeras municipales, intercambió la alcaldía de Granada, donde los andalucistas fueron los más votados, por la de Sevilla, lo que provocó un rechazo permanente a su partido en Andalucía oriental. El otro fue estratégico, quiso resolver el embrollo posterior al referéndum de autonomía de 1980 con un pacto con el Gobierno de UCD para conceder a la comunidad un autogobierno restringido, el del artículo 144 de la Constitución. El PSOE aprovechó aquel acuerdo, que quedó sin efecto, para acusar de traición a Rojas Marcos.

Si el PSOE terminó por monopolizar el andalucismo fue por demérito ajeno y méritos propios. El ex presidente de la Junta Rafael Escuredo llevó a su partido hacia un andalucismo del que no participó hasta la Transición, rescató la figura de Blas Infante y terminó por dimitir por los retrasos del Gobierno de Felipe González en la concesión de transferencias a la Junta.

Si Javier Arenas acuñó el término de "andalucismo constitucional", Juanma Moreno reclama un "poder andaluz", ha ido un paso más allá. Lo que le solicitó Rojas Marcos este miércoles en Coria, y Moreno le concedió, iguala en el calendario el 28 de febrero con el 4 de diciembre. Ese día, que ahora se declarará de la Bandera de Andalucía, conmemora las manifestaciones de 1977, cuando aún no se había abierto la brecha entre partidos de izquierdas y de derecha sobre la autonomía que merecía Andalucía.

La estrategia de ampliación de la base de Juanma Moreno también contempla a anterior votantes socialistas, aquellos que están descontentos con el Gobierno de Pedro Sánchez. Moreno aceptó una invitación de la Fundación Felipe González para participar junto al histórico líder socialista y los presidentes de las comunidades de Aragón y Castilla-La Mancha en una mesa redonda sobre los incendios forestales. Se trataba de un acto enmarcado en el 40º aniversario de la primera victoria socialista. Finalmente, el aragonés Javier Lambán se descolgó del cartel por motivos de agenda, lo que facilitó a la fundación rehacer el evento para que tampoco estuviese el presidente de la Junta.

Cuando a Moreno se le preguntó por su participación en una rueda de prensa en San Telmo, no escatimó elogios al ex presidente socialista. Incluso, aseguró en la última sesión de control en el Parlamento que los "primeros 12 ó 13 años" de gestión del PSOE en la Junta habían sido positivos. Todos caben en la casa común.

 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios